El líder de la Iglesia católica se encuentra de vuelta en su rutina diaria, con cambios notables en su estado de salud y un ánimo firme que ha sorprendido a muchos en Roma. La comunidad vaticana observa con atención los pasos que va dando, dada la prolongada estadía hospitalaria que vivió luego de una infección respiratoria grave.
Según EFE, durante las últimas semanas los médicos han insistido en una convalecencia de al menos dos meses, apoyada en fisioterapia respiratoria y motora. Esta recomendación surge de la necesidad de prevenir recaídas en un paciente de la edad del pontífice, quien ya había enfrentado intervenciones quirúrgicas y algunos percances de salud en el pasado. El Vaticano destaca que la radiografía del tórax muestra avances en la recuperación, además de que los análisis de sangre siguen dentro de parámetros adecuados.
Respirar sin mayores molestias y dialogar con sus cercanos son metas que se van alcanzando, de acuerdo con reportes oficiales. El Papa alterna su terapia con el trabajo cotidiano, pues ha conseguido retomar la lectura y la firma de documentos importantes desde su escritorio en la Casa Santa Marta. Algunos médicos consultados en fuentes públicas, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), subrayan que en personas mayores las infecciones pulmonares pueden dejar secuelas más duraderas de lo habitual, por lo que cualquier señal de mejoría se considera un paso hacia adelante.
Su presencia se hace sentir en pasillos y reuniones privadas, aunque permanece bajo observación para evitar esfuerzos excesivos. Quienes interactúan con él comentan que su voluntad de servicio sigue intacta, un rasgo que le ha caracterizado desde que asumió el pontificado. Las tareas litúrgicas se distribuyen con prudencia, con la expectativa de que recupere por completo su antigua vitalidad.
El regreso progresivo del Papa a la actividad refleja una determinación inquebrantable y un ánimo esperanzado. No se trata únicamente de su salud personal, sino de la estabilidad que procura mantener en la Iglesia católica y entre los fieles que lo admiran. La perspectiva es positiva, aunque marcada por la conciencia de que la recuperación será pausada, considerando el tiempo que ha permanecido en reposo absoluto y su edad. Cada jornada suma un nuevo aliento para quien, hace apenas unas semanas, permanecía hospitalizado por complicaciones que parecían no dar tregua.