Paso a desnivel Isabel Aguiar avanza para aliviar tapones en 2025

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El colosal “trinchera de Pintura” el túnel de cuatro carriles que se excava bajo la avenida Isabel Aguiar para conectar con la 27 de Febrero ya cambió la fisonomía del kilómetro 9 y, de paso, el humor de los choferes que cruzan por allí a diario. Con un ritmo de obra que se siente en cada bocinazo, las retroexcavadoras han completado la fase de pilotaje y hormigonado central, superando el 30 % previsto en el cronograma original.

Si bien el Ministerio de Obras Públicas (MOPC) insiste en que la apertura será “en la segunda mitad de 2025”, las visitas técnicas más recientes elevan la apuesta: funcionarios como José Paliza y Eduardo Estrella anunciaron que el paso a desnivel podría quedar listo en octubre de este año y que el resto del complejo vial incluido el túnel de la Plaza de la Bandera terminaría en 2026.

En la calle, la percepción es un poco menos triunfal. Motoconchistas celebran que “por fin estén metiendo mano” mientras vendedores ambulantes se quejan del polvo que espanta clientes. El MOPC reconoce esos estragos momentáneos y, para contener el desorden, habilitó desvíos señalizados y brigadas de control de tránsito. La promesa es reducir los tiempos de viaje en hasta un 45 % cuando el túnel funcione a plenitud, algo que estudios de la Universidad INTEC habían proyectado desde 2021.

Más allá de los plazos, el proyecto encaja en una estrategia mayor: la “Ruta de los Corredores Oeste”, que suma inversiones superiores a 100 millones de dólares en drenaje pluvial, vías marginales y un distribuidor en la autopista 6 de Noviembre. Estas obras apuntan a descongestionar el flujo de carga que viene desde la región Sur, evitando que los camiones saturen la Kennedy y la Luperón en hora pico.

El desafío, sin embargo, trasciende la ingeniería. Urbanistas advierten que, si no se articula transporte público eficiente, el túnel será otro “embudo moderno” y el caos migrará unos metros más adelante. Por eso, ONESVIE insiste en sincronizar el proyecto con la extensión de la línea 2 C del Metro y con carriles de autobuses exprés que ya se debaten en la mesa técnica del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT).

En lo inmediato, los comerciantes de Herrera piden que las autoridades compensen las pérdidas registradas durante la fase crítica de excavación; mientras, la alcaldía de Santo Domingo Oeste reclama la inclusión de pasos peatonales seguros antes de la apertura definitiva. Voces críticas, sí, pero matizadas por un consenso cada vez más claro: cuando se abra la “trinchera de Pintura”, el tapón histórico del kilómetro 9 podría, por fin, quedar en el retrovisor.

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