Hondureño arrestado por estafa bancaria en RD modus operandi revelado

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Santo Domingo. Agentes de la Dirección Central de Investigación (Dicrim) capturaron al hondureño Albert Floyd Brooks Brown, de 56 años, sindicado como el cerebro de una serie de estafas que dejaron pérdidas en varias sucursales bancarias de la capital. La detención ocurrió a la salida de un hotel en Gazcue, luego de que un juzgado emitiera la orden 2025-AJ0035331 por violación del artículo 379 del Código Penal.

De acuerdo con el expediente policial, Brooks Brown acudía a las cajas alegando dudas sobre depósitos o retiros. Mientras el cajero desviaba la mirada para “verificar” datos, deslizaba la mano y tomaba fajos de efectivo: tan solo el 19 de mayo sustrajo RD$100 mil en una sucursal de la Winston Churchill. La táctica se repitió con leves variaciones y cambio de vestimenta en otros puntos de la red.

Durante el arresto le ocuparon una laptop, cámaras, estabilizadores de video, múltiples pasaportes hondureños, tarjetas bancarias, tres relojes, RD$6 mil en efectivo y documentos que detallan envíos por RD$55 mil. La Policía sospecha que grababa ensayos de sus maniobras para perfeccionar tiempos y ángulos de distracción; en los videos de seguridad aparece usando exactamente las prendas halladas en su maleta.

Brooks Brown no era un novato el sistema de Interpol registra un arresto por entrada ilegal en Boston (1998) y su expulsión de Panamá por fraudes semejantes. Esa movilidad transnacional confirma una tendencia que preocupa a los reguladores dominicanos el fraude externo representó el 51 % de todas las pérdidas por riesgo operacional del sistema financiero en 2024, según el informe anual de la Superintendencia de Bancos.

Las cifras crecen a doble dígito. Solo en febrero de 2025 los fraudes en banca minorista sumaron RD$302.7 millones, el 97 % de las pérdidas de todo el sector, con tarjetas y cuentas de ahorro como blancos favoritos.  A nivel de usuario final, un estudio de TransUnion revela que el 12 % de los dominicanos fue víctima de fraude digital reciente y que el “vishing” concentra el 30 % de los intentos, un caldo de cultivo para estafadores que aprovechan brechas en la verificación de identidad.

El caso Brooks Brown exhibe cómo la vieja escuela manos rápidas en la ventanilla convive con herramientas modernas gadgets de grabación, varias identidades y transferencias fragmentadas vía remesadoras. Para los expertos, el reto es doble: reforzar los protocolos de caja y blindar los canales electrónicos donde hoy se origina el grueso de los ataques.

Por lo pronto, el detenido fue puesto a disposición del Ministerio Público. Su expediente servirá de ejemplo en los nuevos talleres de capacitación que la Superintendencia planea para cajeros y supervisores, enfocados en “micro-distracciones” y validación biométrica. Ojo: la estadística ya mostró que las pérdidas se duplican cuando el ladrón repite sin ser detectado. Con un historial que abarca Boston, Panamá y ahora Santo Domingo, Brooks Brown ilustra el costo de dejar la puerta abierta aunque sea por un parpadeo.

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