El tránsito por las principales carreteras del país suele aumentar de manera notable durante estas fechas, cuando la gente se anima a visitar familiares o pasar unos días en la playa. No es extraño ver cómo miles de vehículos se desplazan con la esperanza de llegar a destino sin contratiempos, sobre todo en un período tan significativo para las familias dominicanas.
Tal como señala deultimominuto, las autoridades han decidido suspender el cobro en todos los peajes de la nación el Jueves Santo y el Domingo de Resurrección. Según cifras de la Dirección General de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT), esos dos días suelen mostrar un repunte en el flujo de vehículos en torno al 40% con respecto a la actividad habitual de un fin de semana. Este gesto busca agilizar la movilidad y reducir la congestión en uno de los momentos más concurridos de la Semana Mayor.
La medida abarca tanto los puntos de cobro tradicionales como el nuevo peaje en el kilómetro 32 de la autopista Duarte. Aunque se estableció recientemente una tarifa de 100 pesos por cada vehículo liviano en esa ubicación, las autoridades han decidido eximirla temporalmente para propiciar un desplazamiento fluido. De acuerdo con datos extraídos del Ministerio de Obras Públicas, se prevé que la reducción de barreras ayude a disminuir la cantidad de incidentes en carretera, ya que muchos conductores se verán motivados a planificar mejor sus rutas sin preocuparse por filas de pago.
Distintas instituciones, incluyendo el Centro de Operaciones de Emergencias (COE), destacan la relevancia de este tipo de disposiciones, dado que facilitan el tránsito de socorristas, ambulancias y patrullas durante la celebración religiosa. Además, la iniciativa se convierte en una referencia para futuros operativos en temporada alta: el país podría adoptar políticas similares en otras festividades, siempre y cuando se evalúe su impacto en el mantenimiento vial y el orden público.
La Semana Santa es un tiempo de recogimiento y descanso que muchos dominicanos aprovechan para salir de la ciudad. Apostar por una gestión vial más suave fomenta la seguridad en las carreteras y refuerza el sentido de comunidad. Sería prudente mantener un monitoreo constante para medir los beneficios a corto y largo plazo, pues cada medida que sirva al bienestar ciudadano termina siendo un paso firme hacia la modernización de la movilidad en todo el territorio nacional.
