Rafael Devers y su reto en Boston un arranque turbulento que busca transformación

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El dominicano Rafael Devers, conocido por su fuerza al bate y sus momentos fulgurantes en Grandes Ligas, no ha tenido el estreno ideal en esta nueva campaña. Esa escena donde Jason Varitek se le acercó para brindarle apoyo en el dugout sacudió a la fanaticada, que sigue a la espera de ese swing encendido con el que Devers suele desatar la locura en Fenway Park.

Según la crónica de Yamell Rossi en deultimominuto, el tercera base convertido en bateador designado no solo arrastra una racha negativa en el plato, sino también el peso de un contrato de 10 años y 313 millones de dólares. Sus primeros turnos, marcados por 12 ponches en 16 oportunidades y cero hits, han levantado un sinfín de cuestionamientos. El contexto no es sencillo: la llegada de Alex Bregman le dejó a Devers la responsabilidad exclusiva de batear, y más de uno opina que su motivación decae cuando no ve acción defensiva.

Hay quienes recuerdan su tremenda temporada de 2021, respaldada por datos de MLB.com que mostraban su promedio de .279, con 38 jonrones y 113 carreras impulsadas. Muchos en Boston siguen creyendo que esa chispa reaparecerá. Unos fanáticos plantean devolverlo a la antesala para avivar esa misma energía que lo llevó a imponerse como uno de los bateadores más temidos de la Liga Americana. Todo indica que la incertidumbre continuará si no se ajusta su rutina de bateo o si no encuentra esa alegría que caracteriza al pelotero caribeño.

Las opiniones de veteranos y exjugadores han llovido durante los últimos días. Algunos recuerdan a estrellas que enfrentaron también malos arranques, como David Ortiz, quien se recompuso y terminó con una zafra histórica. Cifras consultadas en ESPN confirman que los primeros diez juegos no siempre dictan el rumbo de la temporada: se han visto transformaciones radicales luego de abril, y eso mantiene a la afición optimista.

No es un secreto que Jason Varitek, venerado por su liderazgo en el clubhouse, es una pieza clave para reconectar a Devers con su instinto ganador. Aun con la presión mediática y un arranque que pareciera no espantar ni a las moscas en el plato, la historia del dominicano sugiere que dará de qué hablar en lo que resta de calendario. Su potencia ha sido probada en seis campañas con más de 20 cuadrangulares y tres invitaciones al Juego de Estrellas.

La tropa de Fenway confía en el renacer de su bate. Al final, quedan más de 150 juegos en la agenda, y muchos consideran que a Devers le basta con un par de buenos turnos para sacudirse el mal momento. Mientras tanto, el público seguirá atento a ese perreo que caracteriza a los sluggers dominicanos cuando la bola sale volando y al ímpetu de Varitek por revitalizar el espíritu competitivo de uno de los máximos exponentes al bate en la franquicia.

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