Rangers suman a Bret Boone como coach de bateo para reanimar ofensiva

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Los Texas Rangers, campeones defensores de la Serie Mundial, decidieron dar un volantazo antes de que el calendario de mayo se alargue demasiado incorporaron al ex–All-Star Bret Boone como nuevo coach de bateo, con la esperanza de despertar unos bates que andan fríos como nevera de colmado.

Tal como informó RLE , la movida llega apenas 24 horas después de que la gerencia despidiera al coordinador ofensivo Donnie Ecker, arquitecto del ataque que llevó al anillo en 2023 pero que este año no ha carburado.

El bajón ha sido dramático. Al cierre del domingo, Texas figuraba 25.º en wRC+ (85), 26.º en promedio (.228) y 29.º tanto en carreras anotadas (113) como en porcentaje de boletos (6.7 %) . Para ponerlo sencillo el lineup que antes metía miedo ahora inspira bostezos.

Boone, de 56 años, se estrena en un cuerpo técnico de Grandes Ligas tras una carrera que incluyó tres Juegos de Estrellas, cuatro Guantes de Oro y dos Bates de Plata, además de 252 jonrones. No es un desconocido para el mánager Bruce Bochy se cruzaron en San Diego en 2000, y el veterano piloto confía en que su exjugador sepa “cambiar el chip” del club.

¿Hay precedentes recientes de un giro así? Sí, pero son contados. Los Yankees echaron a su coach Dillon Lawson a mitad de 2023, cansados de la anemia ofensiva. Aquella sacudida trajo aire nuevo en el Bronx; los Rangers apuestan a un efecto similar en Arlington.

Boone trabajará hombro con hombro con Justin Viele y Seth Conner, quienes se mantienen en el staff. La idea es sencilla en el papel reenfocar la mecánica de contacto, subir la tasa de boletos y devolver la confianza a pilares como Corey Seager y Adolis García, ambos por debajo de su OPS habitual.

Más allá de los números crudos, el desafío es psicológico. La ofensiva de 2023 convirtió cada turno en amenaza; la de 2025 se percibe a la defensiva. Boone, parte de una prolífica dinastía beisbolera (su hermano Aaron dirige a los Yankees; su padre Bob también fue mánager), debe inyectar esa competitividad familiar al dugout texano.

Si la apuesta prende, los Rangers volverán a parecer el equipo que deslumbró el año pasado. Si no, el club tendrá que seguir buscándole la vuelta a un lineup que, por ahora, no hace justicia al talento que encierra. Por lo pronto, el primer swing lo dará Boone con un lápiz y muchas horas de video esta misma semana en Boston.

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