Reservas internacionales RD rozan US$15 058 millones en abril 2025

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Las arcas en divisas del Banco Central de la República Dominicana (BCRD) volvieron a llenarse de billetes verdes en abril el colchón de reservas internacionales brutas se engordó hasta US$15 058,2 millones, casi medio millardo más que en marzo y muy cerca de los picos históricos que vimos en mayo-junio de 2023.

De acuerdo con cifras oficiales del BCRD publicadas este 2 de mayo, la trepada revierte el bajón sufrido en enero, cuando las reservas tocaron su punto más bajo en tres años (US$12 613,4 millones). Desde entonces, la autoridad monetaria ha comprado divisas al mercado, aprovechado los ingresos récord por turismo y remesas, y recibido desembolsos multilaterales que reforzaron la posición externa sin tener que deprimir el tipo de cambio.

¿Por qué importa?

  • Ancla cambiaria. Con más de seis meses de importaciones pagadas por adelantado, el BCRD cuenta con pólvora suficiente para atajar presiones sobre el peso, un factor clave para contener la inflación que en marzo cerró en 3,4 % interanual, dentro del rango meta.

  • Blindaje frente a choques. La Reserva Federal mantiene las tasas altas y la volatilidad global no afloja. Un colchón robusto abre espacio para intervenciones y evita que un eventual “fly-to-quality” dispare el dólar en la plaza local.

  • Señal al inversor. Fitch Ratings confirmó en abril la calificación “BB+” con perspectiva estable y mencionó expresamente la posición de liquidez externa como uno de los pilares que sostienen la nota.

Del desierto al oasis en solo tres meses
La caída de enero no pasó inadvertida. Empresarios industriales se quejaron públicamente de la escasez de dólares para importar insumos, y el peso llegó a depreciarse 1,8 % en cinco semanas. El Banco Central respondió subastando divisas y endureciendo la vigilancia a las entidades que especulaban con el precio. Ese “shock de disciplina” así lo describen traders cambiarios consultados por este redactor calmó las aguas mientras la cuenta corriente recibía oxígeno: en el primer trimestre el turismo aportó US$2 850 millones y las remesas marcaron un récord trimestral de US$3 100 millones, según el Ministerio de Turismo y el Centro de Exportación e Inversión.

Para poner la cifra en perspectiva, los US$15 058 millones equivalen al 16 % del PIB estimado para 2025 (unos US$93 000 millones, proyección del Banco Mundial) y superan las reservas combinadas de Guatemala y Honduras, dos economías centroamericanas que juntas triplican nuestra población.

¿Rumbo a un nuevo máximo histórico?
En mayo y junio de 2023 las reservas alcanzaron el récord absoluto (US$16 190 y US$16 203 millones respectivamente) gracias al desembolso de un bono soberano de US$2 400 millones y a la asignación extraordinaria de Derechos Especiales de Giro del FMI. Para igualar o batir esa marca, el Gobierno tendría que repetir la jugada o recibir otro maná inesperado, pero los analistas locales lo ven improbable en el corto plazo. “Mientras la economía crezca 5 % y el déficit de cuenta corriente no supere 2 % del PIB, no hay necesidad de sacrificar endeudamiento solo para romper un récord estadístico”, comenta el economista Rafael Espinal, exdirector de estudios monetarios del BCRD.

Mirando hacia adelante
El programa monetario 2025-2026 del Banco Central asume reservas por encima de US$14 000 millones y un tipo de cambio que cerrará el año en RD$60,10 por dólar (hoy ronda RD$59,40). Si los flujos de divisas siguen tan boyantes como en el primer trimestre, no sería descabellado plantear un escenario donde el peso se aprecie ligeramente, algo que beneficiaría a quienes pagan deudas en moneda extranjera pero presionaría a los exportadores.

En la calle se siente
Felipe, dueño de una pequeña importadora de repuestos en Villa Juana, lo explica sin rodeos: “Cuando el Banco Central saca dólares, el banco me los vende más rápido y a mejor tasa. Eso me baja el costo y yo puedo mantener precios”. Ese alivio, aunque silencioso, termina suavizando la factura final de electrodomésticos, vehículos y alimentos importados que llegan al colmado del barrio.

Con las cifras de abril, la economía dominicana refuerza su carta de presentación: estabilidad cambiaria respaldada por reservas crecientes. Faltará ver si este ritmo aguanta los vientos cruzados de la política global en lo que resta de año; por lo pronto, el BCRD tiene municiones de sobra para mantener la fiesta sin que la música se detenga.

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