El famoso “atraco de los abuelos” como lo bautizó la prensa francesa llegó a su capítulo final este viernes en la capital gala. El Tribunal de París impuso sentencias de hasta ocho años a ocho implicados en el asalto a Kim Kardashian en 2016, pero la mayoría de los años fueron suspendidos, lo que significa que ninguno de los condenados volverá a pisar la cárcel.
Según EFE, los jueces consideraron la avanzada edad y el estado de salud de los acusados para dictar penas en gran parte exentas de cumplimiento. El cabecilla, Aomar Aït Khedache, de 69 años, recibió ocho años, aunque solo cumplirá tres gracias a los créditos por el tiempo ya pasado en prisión preventiva. Otros tres participantes directos Didier Dubreucq, Marc-Alexandre Boyer y Yunice Abbas fueron condenados a siete años, cinco de ellos suspendidos. El resto obtuvo castigos de entre tres y cinco años, igualmente condicionales.
Durante la audiencia, el presidente del tribunal le recordó al grupo que “ustedes causaron daño, ustedes sembraron miedo”, subrayando el trauma vivido por la estrella de reality estadounidense. Sin embargo, la sentencia tomó en cuenta los casi nueve años transcurridos y las condiciones médicas de varios procesados; algunos están sordos, otros son casi octogenarios, lo que pesó más que la petición fiscal de diez años de cárcel.
El asalto ocurrió la madrugada del 2 de octubre de 2016, cuando cinco hombres disfrazados de policía irrumpieron en la suite privada del Hôtel de Pourtalès durante la Semana de la Moda. Maniataron a Kardashian, la amordazaron y huyeron con joyas valoradas en unos 10 millones de dólares, entre ellas el anillo de compromiso de 20 quilates que su entonces esposo Kanye West le había regalado.
El caso redefinió la seguridad de los famosos. Kardashian confesó en el juicio que “pensó que iba a morir” y, al final, declaró que perdona a los implicados pero seguirá abogando por “una justicia que también sane”.Su pesadilla impulsó a celebridades a reducir las publicaciones en tiempo real y a blindar sus rutinas fuera de cámaras; un análisis de AP, publicado la semana pasada, detalla cómo el incidente marcó un antes y un después en la exposición digital de figuras públicas.
Aunque Francia presume de tener una de las tasas de robo violento más bajas de Europa occidental, París vive rebrotes periódicos de atracos de alto perfil joyerías cerca de los Campos Elíseos y boutiques de la Place Vendôme han sido desvalijadas en los últimos dos años, obligando a las autoridades a reforzar patrullas y videovigilancia de cara a los Juegos Olímpicos de 2024 y la avalancha turística que estos traerán.
En síntesis, la justicia francesa cerró el expediente otorgando castigos simbólicos castigos que reconocen la culpabilidad, mas no devuelven las joyas ni borran el miedo sembrado. Pero dejan un mensaje contundente para la farándula global en la era de las redes, la vanidad tiene costes y la impunidad, al menos en los tribunales, sigue sin cabida.