La gastronomía española, conocida por sus costumbres arraigadas, encuentra durante la Cuaresma uno de sus momentos más sabrosos. En estas fechas, el bacalao, protagonista de muchos platos típicos, se luce en recetas inolvidables que se adaptan a cualquier cocina, desde Andalucía hasta la capital madrileña. Quienes apreciamos la buena mesa sabemos que, cuando el calendario marca esta época, conviene desempolvar fórmulas culinarias tradicionales y darle un giro personal a cada propuesta.
Tal como destaca 20minutos, los famosos Soldaditos de Pavía llevan décadas formando parte de las barras y mesas en el centro de España. Esta preparación consiste en tiras de bacalao rebozado combinadas con pimiento asado. De ahí surge una fusión equilibrada de texturas: el crujiente del rebozado y el suave contraste de la carne del pescado. Suele aparecer en bares madrileños con amplio reconocimiento, y algunas familias incluso la incluyen en sus menús semanales para variar el repertorio de la Cuaresma.
Si nos enfocamos en la esencia del plato, el bacalao encabeza la lista de ingredientes esenciales. De acuerdo con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, este pescado aporta minerales como potasio y fósforo, contribuyendo a fortalecer huesos y músculos. Además, la Organización Mundial de la Salud sugiere un consumo regular de pescado por su alto valor nutricional y la presencia de ácidos grasos beneficiosos para el corazón.
Ahora bien, ¿cómo se preparan los Soldaditos de Pavía sin caer en complicaciones? Aquí surge la fórmula más recurrente: la tempura. Se mezclan ingredientes básicos —harina, huevo, cerveza y un toque de levadura— para obtener un rebozado ligero que permita resaltar el sabor marino del bacalao. Tras un reposo breve en la nevera, cada trozo de pescado se sumerge en la mezcla, se fríe a fuego medio-alto y, al final, se adorna con pimientos rojos asados. Este último paso le da el distintivo color que, según cuentan los más tradicionales, se asocia al uniforme de los antiguos soldados en la capital española.
Para quienes buscan probar esta delicia en Madrid, algunos comensales recomiendan locales donde el bacalao es amo y señor del menú. En esas cocinas, el mimo al producto revela el cuidado por las recetas de antaño. Y si alguien se encuentra lejos de España, nada impide replicar la preparación con ingredientes frescos: el secreto está en desalar adecuadamente el pescado —cambiando el agua varias veces— y freírlo en aceite bien caliente, de preferencia girasol u oliva suave para evitar sabores que opaquen al bacalao.
Aunque la popularidad de los Soldaditos de Pavía se concentra en la península ibérica, lo cierto es que comparten la esencia festiva de otras tradiciones culinarias. En la República Dominicana, por ejemplo, también se preparan platos a base de bacalao durante la Semana Santa, mostrando cómo un mismo ingrediente puede ser homenajeado de distintas maneras en países con raíces hispanas. Este intercambio de costumbres enriquece el recetario internacional y brinda la posibilidad de disfrutar un gusto marino con un sencillo procedimiento.
Con todo esto, queda más que claro el valor de rescatar recetas que evocan celebraciones pasadas y unirlas a nuestra sazón personal. Los Soldaditos de Pavía no solo llevan un toque histórico ligado a la identidad española, sino que también sirven para recordar que, a veces, la cocina más tradicional es la que logra reunir a la familia y encender la conversación.