El Seguro Nacional de Salud (SeNaSa) se movió rápido y sin rodeos suscribió un protocolo especial para que los dependientes de quienes murieron o resultaron heridos en la tragedia del centro de diversión Jet Set, el pasado 8 de abril, mantengan intacto su Seguro Familiar de Salud (SFS) durante los próximos seis meses.
Según la Resolución 613-01 aprobada por el Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS), ese blindaje aplica de forma automática a todos los beneficiarios, sin papeleos extra ni periodos de carencia.
El director ejecutivo de SeNaSa, doctor Santiago Hazim, explicó que una comisión interna encabezada por la gerente de Afiliación, Carmen José ya coordina con la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (Sisalril) los pasos para validar a cada dependiente en tiempo récord. El objetivo, subrayó, es “evitar que el dolor se agrave con trámites engorrosos” y garantizar continuidad en los distintos regímenes del sistema.
¿Quiénes quedan amparados?
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Menores huérfanos:
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Si el niño está bajo custodia institucional o en un orfanato acreditado por CONANI, pasará al Régimen Subsidiado.
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Si vive con un tutor, se integrará al núcleo familiar de ese responsable; si el tutor no cotiza, también será subsidiado.
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Adultos mayores dependientes:
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Mantendrán la cobertura contributiva durante el periodo de gracia.
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Al cabo de seis meses, si siguen sin ingreso propio ni apoyo familiar formal, migrarán al Régimen Subsidiado.
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Hazim recordó que visitó personalmente a varios afiliados hospitalizados tras el desplome del techo del Jet Set hecho que la prensa internacional cifró en 233 muertos y 189 heridos y ratificó que SeNaSa continuará “pegado del lado humano” mientras dure la emergencia.
Más allá del caso Jet Set
La extensión de cobertura no es un gesto aislado: SeNaSa lidera un sistema que ya protege a más de siete millones de personas, de las cuales 5,7 millones pertenecen al Régimen Subsidiado y 1,8 millones al Contributivo. Ese músculo financiero explica por qué la ARS estatal puede absorber sin sobresaltos el gasto adicional derivado de la Resolución 613-01.
Analistas del sector salud consultados señalan que este modelo extender coberturas temporales tras catástrofes se ha convertido en una herramienta clave para evitar quiebras familiares y, de paso, reducir la presión sobre hospitales públicos. La medida, dicen, refuerza la imagen del CNSS como “árbitro social”, al tiempo que obliga a las ARS privadas a mantener estándares similares cuando ocurren emergencias.
Próximos pasos
SeNaSa anunciará en los próximos días un canal telefónico exclusivo, un formulario web simplificado y ventanillas móviles en los barrios cercanos al Jet Set para que las familias gestionen cualquier requerimiento de su póliza. Mientras tanto, la ARS insiste en que nadie debe pagar diferencias, coaseguros ni cargos fuera de la ley “Si un centro médico intenta facturar, denúncielo de inmediato”, advirtió Hazim.
Con la tragedia aún fresca en la memoria, la rapidez con la que el CNSS y SeNaSa articularon la respuesta apunta a un aprendizaje institucional la seguridad social no puede darse el lujo de llegar tarde cuando las estructuras sean de concreto o de políticas públicas se vienen abajo.