Si has soñado con despertar frente a un mar turquesa diferente cada mañana, esta es tu señal. La Caribbean Hotel and Tourism Association Education Foundation (CHTAEF) volvió a tirar la casa por la ventana con su ya famosa subasta de viajes de primavera hay más de US$145 000 en estancias cinco-estrellas regadas por quince islas, y el martillo virtual no se detendrá hasta las 4:00 p. m. del 15 de mayo. Óyeme, hasta un dominicano que viva entre playas se antoja de escaparse.
Según Arecoa, la puja reúne a más de 40 resorts desde ecolodges chic en Dominica hasta complejos de lujo en Barbados y cada dólar recaudado se usará para becar y capacitar al talento que mueve nuestro turismo caribeño.
El propósito no es puro marketing; es inversión social. Fuentes como Caribbean News Digital y Caribbean Journal recuerdan que los fondos sostienen dos programas estrella:
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El Caribbean Professional Development Program, diseñado con la escuela suiza Les Roches, que catapulta a empleados hasta puestos ejecutivos sin obligarlos a dejar su trabajo.
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El Caribbean Employee Empowerment Program, un entrenamiento itinerante que ya ha pulido a más de 2 500 trabajadores desde 2019.
Detrás del brillo turístico late una métrica reveladora: la fundación suma más de US$2.5 millones en becas otorgadas desde 1986, de acuerdo con sus registros oficiales. Y la necesidad crece. La Organización Mundial del Turismo confirma que 2024 cerró con 1.4 mil millones de llegadas internacionales, recuperando 99 % del tráfico prepandemia, mientras el WTTC calcula que el Caribe podría generar 1.34 millones de nuevos empleos turísticos en la próxima década si los gobiernos se alinean.
Ese repunte ya se siente en casa: la Caribbean Tourism Organization reportó un salto de 14 % en visitas durante 2023 y prevé otra ola de crecimiento para 2024. Con tanta demanda, el reto es servir con excelencia y no anclarse en el “all inclusive” de siempre. Ahí el programa de empoderamiento que aterriza directamente en las islas marca la diferencia, porque entrena a la tropa operativa justo donde ocurre la magia diaria: recepción, housekeeping, cocina y, sobre todo, servicio al cliente.
Karolin Troubetzkoy, presidenta de la fundación, lo dijo sin rodeos cuando lanzó la subasta: “Esto cambia vidas”. Y es cierto. Conozco camareros que después de una beca de barismo regresaron al hotel hablando de perfiles de acidez y notas florales como si fueran sommeliers; hoy coordinan el lounge VIP y entrenan a otros. Ese “efecto cascada” se traduce en experiencias más memorables para el visitante y en carreras más dignas para nuestra gente.
Ahora bien, si quieres apoyar o simplemente darte un gustazo la jugada es sencilla entrar al portal de la CHTAEF, seleccionar tu isla soñada y pujar antes de que el reloj marque la hora. Como diría un buen vecino de Boca Chica “Date ese lujo, que de paso estás sembrando futuro en la región”. Total, ¿cuándo fue la última vez que un fin de semana en Aruba podía convertirse también en una beca universitaria para un joven de Samaná?
La subasta está en marcha; el Caribe te espera y la industria lo agradecerá. Dale calor, que después del 15 de mayo el martillo baja y como las buenas oportunidades no vuelve a subir tan fácil.