A una semana del colapso del internado islámico Al-Khoziny, en la provincia indonesia de Java Oriental, las autoridades elevaron este lunes a 65 el número de fallecidos, mientras los equipos de rescate continúan removiendo los restos del edificio en busca de posibles desaparecidos.
Según informó la agencia EFE, el director nacional de rescates, Mohammad Syafii, explicó que en las últimas horas fueron recuperados otros once cuerpos entre los escombros del centro educativo, ubicado en la regencia de Sidoarjo. Syafii señaló que la operación de búsqueda continuará hasta que se asegure que todo el material derrumbado haya sido retirado por completo.
Los rescatistas creen que al menos nueve personas podrían seguir atrapadas bajo los restos, aunque las autoridades no confirmaron una cifra oficial. Más de un centenar de alumnos lograron sobrevivir al siniestro ocurrido el pasado lunes, cuando los pisos superiores del edificio se desplomaron mientras un grupo de obreros realizaba trabajos de construcción y vertido de cemento.
Las primeras investigaciones apuntan a una falla estructural en los cimientos como causa principal del colapso. De acuerdo con las autoridades locales, la estructura no soportó el peso adicional de las obras en curso.
Durante los días posteriores al derrumbe, decenas de familiares de los estudiantes permanecieron en las cercanías del internado, algunos alojados en una pequeña mezquita próxima al lugar del desastre, aguardando noticias sobre sus seres queridos.
El internado Al-Khoziny, conocido por su enfoque en la enseñanza del Islam y estudios religiosos tradicionales, albergaba a alumnos de hasta veinte años provenientes de distintas zonas del país. Indonesia, el país con mayor población musulmana del mundo, cuenta con cientos de centros similares donde los jóvenes combinan formación académica con instrucción religiosa.
Las autoridades han prometido una investigación exhaustiva para determinar las responsabilidades del colapso y reforzar los controles de seguridad en construcciones escolares. Mientras tanto, la comunidad local intenta sobreponerse a la tragedia que ha sacudido a toda la región.

                                    






