Las colinas de Jarabacoa, famosas por sus paisajes exuberantes, se han tornado escenario de un drama que nadie en Manabao vio venir. Las jornadas de rastreo no dan tregua, y la comunidad permanece en vilo desde que se supo de la desaparición de Roldany, un niño de apenas tres años que, de la noche a la mañana, simplemente dejó de ser visto. Alrededor de su hogar se han mantenido familiares, vecinos y organismos de emergencia, convencidos de que la montaña no se los tragó sin dejar rastros. Sin embargo, los días pasan y el niño continúa sin aparecer, algo que tiene a la zona sumida en incertidumbre.
Según Hoy, periódico donde Javier Herrera compartió los detalles más recientes, la angustia en Manabao se ha multiplicado por la falta de información concreta. La búsqueda no se limita a un simple recorrido por el vecindario, sino que involucra patrullajes, interrogatorios y el uso de drones y perros entrenados. De acuerdo con estimaciones de las autoridades, esta es una de las operaciones de rastreo más amplias en la provincia La Vega, ya que el menor jugaba a plena luz del día cuando desapareció y, hasta el momento, no existen testigos que aporten datos contundentes.
Al revisar reportes de distintas instituciones, como el Observatorio de Seguridad Ciudadana, se confirma un aumento en los casos de personas reportadas como desaparecidas en zonas rurales del país. La extensión del Parque Nacional Armando Bermúdez, que supera los 700 kilómetros cuadrados, suma complejidad a la pesquisa de Roldany. Por si fuera poco, la comunidad todavía guarda el recuerdo de otro caso sin resolver: “El Viejo Lolo”, un hombre de 93 años que tampoco ha sido localizado desde finales del año pasado. Algunas voces en redes sociales han planteado teorías, alimentando la conjetura sobre posibles sucesos sobrenaturales o hechos delictivos encubiertos, pero nada de esto ha sido respaldado con evidencias por las autoridades.
En la última década, Jarabacoa se ha ganado un lugar importante en el mapa turístico dominicano. No obstante, estas desapariciones sucesivas representan un reto para la percepción de seguridad local. Se sigue exhortando a la población a mantenerse informada únicamente a través de las fuentes oficiales, entre ellas el Ministerio Público y la Dirección Nacional de Niños, Niñas, Adolescentes y Familia. Cualquier detalle, por mínimo que parezca, puede marcar la diferencia en la localización de Roldany y en el esclarecimiento de las circunstancias que rodean su ausencia. Mientras tanto, los organismos de socorro continúan en labores constantes, con la esperanza de que el próximo llamado arroje la pista que tanto anhelan.