El panorama jurídico en la Isla del Encanto dio un vuelco mayúsculo cuando el Tribunal de Apelaciones ordenó que Mayra Enid Nevárez Torres cumpla en prisión los 15 años de condena por la muerte de Justin Santos Delanda, hermano del exponente urbano Arcángel, ocurrida la madrugada del 21 de noviembre de 2021 en el puente Teodoro Moscoso. La decisión, adoptada el pasado lunes y difundida este miércoles 30 de abril, sustituye el arresto domiciliario con grillete electrónico que le había concedido el Tribunal de Primera Instancia.
Según Noticiassin, el panel apelativo integrado por las juezas Gloria L. Lebrón Nieves, Nery E. Adames Soto y Beatriz M. Martínez Cordero determinó que la sanción original no guardaba proporción con la gravedad del delito ni con el historial de abuso de alcohol demostrado por la convicta, quien arrojó 0.29 % de alcohol en sangre la noche del choque.
Un caso que sacudió la fe en la justicia boricua
La indignación pública empezó en enero, cuando la jueza Wanda Cruz Ayala impuso reclusión domiciliaria, 200 horas de servicio comunitario y multas que incluían un pago de 10,000 dólares al sobreviviente Keven Monserrate Gandía. Para muchos, la medida transmitía el mensaje de que conducir ebrio y a contravía podía saldarse «con una palmadita», como lo describieron familiares de la víctima.
Austin Santos (Arcángel) destapó entonces su rabia, tildando el sistema de «basura» en Instagram. Con la revocación de esta semana, el artista escribió escuetamente: «The richest thing you could have is peace», señal de que el nuevo fallo le acerca a la calma que llevaba tres años persiguiendo.
Alcohol y carreteras el espejo de un problema mayor
Lo que le ocurrió a Justin no es un hecho aislado. Datos de la Autoridad para la Seguridad en Carreteras de Puerto Rico revelan que, entre 2021 y 2022, 262 de las 608 muertes viales –un 43 %– estuvieron ligadas al consumo de alcohol.En el contexto estadounidense, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico (NHTSA) reportó 12,429 fallecidos por choques relacionados con el alcohol en 2023: una muerte cada 42 minutos.
Este telón de fondo explica por qué el Apelativo invocó la “necesidad de disuasión” al reemplazar el grillete por barrotes. La abogada penalista boricua Rosalie Rodríguez, consultada por El Nuevo Día, interpreta el dictamen como “un recordatorio de que las penas sustitutivas no son la norma cuando hay víctimas fatales”.
¿Y ahora qué?
Nevárez Torres, de 49 años, será ingresada al Complejo Correccional de Bayamón una vez el tribunal de primera instancia reciba la notificación y emita la orden de arresto. Su defensa aún podría acudir al Tribunal Supremo, pero fuentes judiciales ven poco margen la sentencia apelativa subraya que la cláusula de “igual rango constitucional” obliga a imponer reclusión ante muertes causadas por imprudencia grave.
Mientras tanto, colectivos de víctimas claman por reformas que aceleren los procesos y eleven la educación vial. En conversación con este medio, Domingo Emanuelli, secretario de Justicia, recordó que la legislatura evalúa aumentar las penas mínimas por DUI fatal a 20 años y exigir dispositivos de bloqueo de encendido para reincidentes.
Lectura más allá del titular
El fallo también exonera al Estado de críticas por demoras procesales las dilaciones más de una docena de vistas pospuestas se atribuyeron a la estrategia de la defensa, no a la Fiscalía. Ese detalle podría marcar precedente para futuros casos de manejo temerario, donde los imputados buscan agotar plazos para negociar sentencias más suaves.
En lo humano, Carmen Rosas, madre de Arcángel, admitió que la victoria “no llena el vacío”, pero valora que la cárcel envía “un mensaje de respeto a la vida”. Y ahí radica la esencia: no se trata de venganza, sino de restaurar la confianza rota de una sociedad que, ante cada volante, se juega algo más que el destino del conductor.