Santo Domingo.– El asueto todavía no ha terminado y ya el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) prende las alarmas al corte de este Domingo de Resurrección, ocho personas han perdido la vida en accidentes de tránsito y 182 dominicanos cinco de ellos menores de edad han terminado en emergencias por intoxicación alcohólica. A estas cifras se suman 78 casos de intoxicación alimentaria, dejando al descubierto que la mezcla de carretera, fiesta y descuido sigue pasando factura.
Según el portal deultimominuto, el director del COE, Juan Manuel Méndez, deploró la facilidad con que los muchachos consiguen alcohol y apuntó a padres, colmaderos y bares que “hacen como que no ven” cuando los menores compran o consumen bebidas. Los números hablan solos de los 182 intoxicados por alcohol, el 2.7 % corresponde a menores, un porcentaje pequeño, pero que en vidas humanas resulta inaceptable.
En materia vial, el panorama es igual de gris. El organismo registró 75 siniestros con 93 personas afectadas; 64 de esos accidentes involucraron motocicletas, un dato que confirma la tendencia de años anteriores. Solo durante este fin de semana, la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT) levantó 11,789 actas por violaciones a la Ley 63‑17, de las cuales 3,875 fueron por conductores de motores sin casco protector. Además, retuvo 4,430 motocicletas y 234 vehículos de cuatro ruedas.
Del segundo al tercer boletín ¿más control o más descuido?
El salto de un día a otro es significativo. El segundo boletín emitido el sábado hablaba de 15 fallecidos acumulados en lo que iba de Semana Santa. Veinticuatro horas después, el balance parcial dentro del operativo baja a ocho muertes, pero sin contar los decesos ocurridos fuera del dispositivo de seguridad. La disparidad refleja, por un lado, la eficacia de los “carreteos” en las principales autopistas; por otro, el reto de mantener a raya los accidentes en localidades donde la vigilancia es menor.
Si miramos el espejo retrovisor, el tercer boletín del año pasado contabilizó 20 fallecidos. Aunque la cifra de 2025 parece menor, Méndez insiste en que el objetivo es llegar a cero. Para lograrlo, más de 9,600 asistencias viales y 1,229 atenciones médicas se han brindado en carretera y balnearios, gracias a un despliegue de 49,000 hombres y mujeres de 22 instituciones.
Alcohol y motocicletas la combinación mortal
Las motocicletas siguen siendo el talón de Aquiles del dispositivo. La DIGESETT multa cada año a más motoristas sin casco que a conductores sin licencia o seguro. En 2024, la proporción era prácticamente idéntica; sin embargo, la Asociación Nacional de Motoconchistas calcula que solo el 18 % de los pilotos usa casco de forma habitual, y menos del 10 % cuenta con seguro de responsabilidad civil.
A la ecuación se suma el alcohol. solo en la jornada previa ya se contaban 180 intoxicados, 12 de ellos menores. La tendencia ascendente hace temer que el cierre del operativo supere los registros de 2023, cuando el boletín final informó 30 decesos y 245 intoxicaciones alcohólicas.
Llamado a la responsabilidad
El COE reta a la población a convertirse en su propio “fiscalizador”. Méndez urgió a denunciar negocios que vendan alcohol a menores y recordó que conducir ebrio o sin casco tiene consecuencias penales para los adultos y, trágicamente, fatales para los adolescentes. “No hay operativo que valga si la gente no se cuida a sí misma”, remató.
Con el feriado a punto de terminar, las autoridades redoblarán los carreteos este lunes desde las 2:00 p.m. en las principales autopistas. Aun así, el mensaje es claro si vamos a celebrar la Semana Mayor, que sea con prudencia. Después de todo, la vida no admite boletín de reposición.
