Londres. A las 12:00 del mediodía, el repicar solemne del Big Ben y la voz poderosa del actor Timothy Spall evocando el histórico “victoria” de Winston Churchill dieron el pistoletazo de salida a cuatro días de actos que recuerdan el 80.º aniversario del Día de la Victoria en Europa (VE Day). La capital británica se vistió de gala con un desfile militar que partió del Parlamento y recorrió The Mall hasta el Palacio de Buckingham, donde los reyes Carlos III y Camila, los príncipes de Gales y el primer ministro Keir Starmer aguardaban junto a veteranos de guerra.
Según despachos de la agencia EFE, tras la parada, la familia real salió al balcón para presenciar un sobrevuelo mezcla de cazas modernos y aviones de la época que arrancó vítores a las miles de personas congregadas. Los monarcas aprovecharon la mañana para ofrecer un té con pastas a los veteranos, un gesto simbólico que precede a la agenda conmemorativa que se extenderá hasta el jueves 8 de mayo, fecha exacta en que las potencias aliadas aceptaron la rendición alemana en 1945.
Desfiles, misas y un país entero en silencio
Las celebraciones incluyen espectáculos lumínicos sobre la fachada del Palacio de Westminster, un concierto benéfico en el Royal Albert Hall y ceremonias religiosas en catedrales de todo el país. El plato fuerte será el servicio en la Abadía de Westminster el jueves, al que asistirán los Windsor, representantes de la Commonwealth y supervivientes del conflicto. A las 11:00 a. m. se guardarán dos minutos de silencio nacionales: la BBC interrumpirá la programación y el transporte público detendrá sus unidades, un momento de pausa colectiva cada vez más inusual en la vida británica.
Más allá del protocolo el peso de la memoria
Estos fastos llegan en una coyuntura compleja. Londres, que ve renacer tensiones en Europa del Este y Oriente Medio, intenta proyectar unidad mientras redefine su lugar en la OTAN tras el Brexit. Historiadores del Imperial War Museum señalan que el 80.º aniversario no es solo nostalgia victoriana “Es un recordatorio práctico de lo que cuesta la democracia”, apuntó la curadora Hilary Roberts en declaraciones difundidas por la institución.
El gobierno de Starmer, por su parte, ha subrayado que el Reino Unido destinará 10 millones de libras adicionales a programas de apoyo para los pocos miles de veteranos que quedan con vida. Grupos de excombatientes, sin embargo, reclaman trámites médicos más ágiles y pensiones dignas no todo se resuelve con desfiles.
Un eco global
Mientras Westminster retumba con marchas militares, capitales como París, Washington y Moscú preparan sus propios homenajes. Francia celebrará su tradicional acto en los Campos Elíseos el mismo jueves, y Estados Unidos encenderá la antorcha de la Freedom Tower en Nueva York con los colores aliados. La coincidencia resalta un hecho básico: el VE Day fue, y sigue siendo, una victoria colectiva.
Reflexión final
Ochenta años después, las historias de sacrificio desde los cielos grises de la Batalla de Inglaterra hasta las playas ensangrentadas de Normandía resuenan con fuerza renovada. Las generaciones que crecieron con videojuegos en vez de sirenas antiaéreas pueden sentirse distantes, pero la lección persiste la paz no es un punto de llegada, sino un oficio diario. Y Londres, al repicar las campanas del Big Ben, se lo recuerda al mundo con estilo británico y mucha, pero mucha, pompa.