Washington, D. C. El presidente dominicano Luis Abinader aprovechó su visita oficial a la capital estadounidense para insistir en que la comunidad internacional “no puede seguir mirando de lejos” el deterioro de la seguridad haitiana. La petición se realizó en una reunión bilateral con el recién nombrado secretario de Estado, Marco Rubio, celebrada este miércoles en el Departamento de Estado.
La audiencia formó parte de la agenda que llevó al mandatario a recibir el International Leadership Award del Congressional Hispanic Leadership Institute (CHLI), un galardón que reconoce su gestión en materia de gobernanza y cooperación regional.
Durante el encuentro, Abinader describió la frontera domínico-haitiana como “al filo de una nueva espiral de inestabilidad” y propuso reforzar el apoyo logístico y financiero a la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS) liderada por Kenia. Rubio, por su lado, declaró que Washington “reafirma su respaldo” a dicha misión, aunque evitó prometer recursos adicionales de inmediato.
Los 4.000 agentes que el Consejo de Seguridad autorizó en octubre de 2023 apenas superan el 40 % de su dotación y enfrentan serios déficits de financiamiento y equipo, según un reciente informe de Naciones Unidas.La consecuencia es palpable: las bandas armadas controlan ya el 85 % de Puerto Príncipe y han comenzado a extenderse hacia el interior, obligando a más de un millón de haitianos a desplazarse.
Analistas consultados señalan que, si la MSS no se robustece, Haití podría enfrentarse a un “vacío de poder total” antes de que termine 2025. Para la República Dominicana el riesgo es directo: un repunte migratorio presionaría la economía fronteriza y reavivaría tensiones comunitarias en provincias como Dajabón y Elías Piña.
El Gobierno dominicano ya destinó este año RD$4.200 millones a reforzar el muro fronterizo y a financiar un plan de atención humanitaria en colaboración con la OIM y la Cruz Roja. No obstante, funcionarios admiten que “ninguna barrera física” servirá si la crisis se convierte en colapso estatal al otro lado de la línea divisoria.
La cita con Rubio también permitió al mandatario caribeño afianzar otros asuntos bilaterales: seguridad energética, cooperación antinarcóticos y la posible inclusión de productos agrícolas dominicanos en la Ley Agrícola que el Congreso discute para 2026. Sobre este último punto, el ministro de la Presidencia, José Ignacio Paliza, adelantó que “hay buena disposición” para pactar cuotas de importación de banano y aguacate, sectores clave para el Cibao Central.
La elección de Rubio más conocido por su trayectoria senatorial como jefe de la diplomacia fue tema inevitable en los corrillos. Fuentes diplomáticas recuerdan que su ascendencia cubana y su férrea postura frente a regímenes autocráticos podrían traducirse en una política hemisférica más dura, incluido un mayor escrutinio a los proyectos de inversión chinos en la región.
Abinader concluye hoy su periplo en Washington con una conferencia en la OEA sobre gobernanza digital y un encuentro con la diáspora dominicana en Arlington. Para el Palacio Nacional, la gira refuerza el mensaje de que Santo Domingo ya no es un espectador pasivo, sino un actor que exige corresponsabilidad ante la crisis haitiana.