Una patrulla del Ejército de la República Dominicana (ERD) detuvo una camioneta Mazda B2200 gris, placa L027028, en la carretera Mao–Santiago Rodríguez y encontró 380 paquetes de cigarrillos Capital un total de 76 000 unidades ocultos en el chasis, debajo de la cama del vehículo. Los ocupantes, Franklin Miguel Rosa Tejada y Miguel Ángel Cruz Rodríguez, ambos dominicanos, quedaron bajo custodia y la carga será entregada, con acta, al Cuerpo Especializado de Control de Combustibles (CECOOM).
La marca Capital domina cerca del 30 % del mercado ilícito de cigarrillos en el país, un fenómeno que amenaza la recaudación y amplía la brecha sanitaria entre productos legales e ilegales.
El decomiso de ayer no es un hecho aislado. Datos oficiales de la Dirección General de Aduanas (DGA) indican que solo en los últimos seis meses se han destruido más de 64 millones de cigarrillos incautados equivalentes a unos RD$ 377 millones en impuestos dejados de percibir y que los intentos de introducir la marca Capital se multiplicaron en puertos, aeropuertos y pasos fronterizos.
Fuentes militares explican que los contrabandistas han perfeccionado el uso de “doble fondo” en camiones, camionetas y hasta autobuses de pasajeros. El método, sin embargo, deja pistas: soldaduras frescas, modificaciones en el chasis y cambios inusuales en la suspensión que, bien entrenadas, las patrullas fronterizas ya saben detectar.
Los detenidos enfrentarán cargos por violación a la Ley 34-89 sobre comercio ilícito de productos derivados del tabaco, sanción que contempla penas de hasta cinco años de prisión y fuertes multas. El Ministerio Público adelantó que solicitará prisión preventiva debido a la magnitud de la carga y la procedencia transfronteriza.
Especialistas en salud advierten que estas redes no solo socavan los ingresos fiscales; también inundan el mercado con productos de calidad dudosa, sin control sanitario, que elevan los riesgos de enfermedades pulmonares en la población de bajos ingresos que busca opciones más baratas.
El hallazgo refuerza el llamado urgente de Aduanas y del ERD a mejorar la vigilancia coordinada en la franja noroeste, principal corredor de mercancía ilegal proveniente de Haití. Mientras se afina la tecnología de rayos X y drones de patrulla, la efectividad seguirá dependiendo de la inteligencia humana el ojo agudo del soldado de puesto y la rápida articulación con las fiscalías provinciales.
el caso revela la creciente sofisticación del contrabando de cigarrillos y el reto que supone para la seguridad, la salud pública y las arcas del Estado. Cada operativo exitoso corta una arteria al mercado negro, pero la frontera, porosa y extensa, exige recursos constantes para que el próximo cargamento no llegue al colmado de la esquina.