Gregorio Pernía y su esposa, la modelo santandereana Érika Rodríguez, sorprendieron a sus millones de seguidores al revelar que un nuevo integrante llegará a la familia. El protagonista de La hija del mariachi y la exparticipante de certámenes de belleza contaron la noticia a través de un emotivo video en Instagram, donde se les ve radiantes junto a sus hijos Luna y Valentino.
Según El Espectador, la publicación superó los 100 mil “me gusta” en menos de dos horas y encendió la conversación en redes sociales con mensajes de felicitación que destacaron la “bendición” de un embarazo que la pareja consideraba médicamente improbable. La propia Érika confesó que, seis años atrás, los médicos le advirtieron sobre la imposibilidad de concebir de nuevo; hoy, la realidad cambió ese libreto.
El actor, famoso también por su paso por MasterChef Celebrity, ya suma seis hijos en total —dos con Érika y cuatro de relaciones anteriores—, consolidándose como uno de los papás más mediáticos de la farándula colombiana. En su mensaje, Pernía resaltó que “los tiempos de Dios son perfectos”, frase que conecta con su conocida espiritualidad y con la narrativa familiar que ha cultivado frente a las cámaras.
Detrás de la alegría hay un dato médico que llama la atención: embarazos espontáneos —después de un diagnóstico de baja fertilidad— ocurren en torno al 10 % de los casos, de acuerdo con la Universidad de Harvard. Expertos consultados por la ginecóloga dominicana Dra. Carolina Guillén señalan que la reserva ovárica puede variar de forma impredecible y que la reducción de estrés, la buena alimentación y la práctica deportiva son factores que, aunque no garantizan la concepción, sí ayudan a crear un entorno favorable.
La respuesta del público no se hizo esperar. Figuras como Catherine Siachoque y Carmen Villalobos, colegas de Pernía en la televisión, dejaron comentarios celebrando “el milagro de la vida”. Entre los fanáticos dominicanos, muchos recordaron el paso del actor por Santo Domingo durante la promoción de la telenovela Sin senos sí hay paraíso, donde confesó su cariño por la cultura criolla y el popular mangú.
Mientras tanto, la pareja mantiene en reserva si se trata de un niño o una niña y cuántas semanas lleva de gestación. Fuentes cercanas aseguran que la prioridad de Érika es llevar un embarazo sereno, alejándose de compromisos que puedan poner en riesgo su salud o la del bebé.
En un panorama mediático saturado de noticias efímeras, esta historia destaca por el giro inesperado y la honestidad con la que la familia compartió su proceso de duda, miedo y gratitud. Así, Gregorio Pernía y Érika Rodríguez no solo celebran una nueva vida, sino que también inspiran a parejas que enfrentan desafíos similares, recordándoles que, a veces, el guion más emocionante lo escribe la sorpresa.
