El bullicio veraniego en el Aeropuerto Internacional de Miami (MIA) arranca con un hito: American Airlines estrenó su vuelo directo Miami-Roma, primer enlace transatlántico que la aerolínea inaugura este año desde su hub floridano. Con la nueva operación, el transportista da el banderazo a la temporada estival que, según sus propios números, será la más intensa de su historia en la “Capital del Sol”.
Según la agencia EFE, American prevé despachar más de 37 mil vuelos entre el 16 de mayo y el 2 de septiembre, conectando Miami con 170 destinos 90 de ellos exclusivos y reforzando frecuencias a plazas tan dispares como Chicago, Las Vegas y Montego Bay. El itinerario a Roma, que aterriza cada mañana en el aeropuerto de Fiumicino, no solo cubre la demanda de turismo vacacional también sirve a la creciente comunidad italiana asentada en el sur de Florida y a los ejecutivos que se mueven entre ambos polos turísticos y de negocios.
Tal empuje se traduce en músculo económico. MIA ya era el décimo aeropuerto con mayor tráfico de pasajeros en EE. UU. en 2024 y el cuarto en carga aérea. Las nuevas rutas apuntalan un liderazgo que, de acuerdo con datos del propio aeropuerto, coloca a Miami como la terminal con más frecuencias hacia Latinoamérica y el Caribe entre todas las de Estados Unidos.
American no está sola en la carrera: su competencia directa Delta y United también refuerza Europa este verano, pero desde bases diferentes. La particularidad de Miami radica en su doble vocación: puerta de entrada a América Latina y trampolín transoceánico. De hecho, estudios internos del condado de Miami-Dade calculan que MIA genera US$118 mil millones en actividad comercial anual y capta 60 % de los visitantes internacionales que pisan Florida, proporciones que podrían crecer si se consolida el tráfico mixto Europa-Caribe vía Miami.
El paso estratégico hacia Roma va de la mano con la modernización que vive la terminal un plan de US$9 000 millones para renovar instalaciones y añadir 19 nuevas puertas de contacto antes de 2034. Con ello, las aerolíneas obtendrán más slots y los pasajeros especialmente los de vuelos de largo radio verán reducidos los tiempos de conexión.
A mediano plazo, analistas de la IATA apuntan que la demanda combinada de ocio y visitas a familiares en los corredores Miami-Europa crecerá 25 % en los próximos cinco años, impulsada por la fortaleza del dólar y la mayor conectividad interna del lado estadounidense. American, que ya domina el 30 % de la capacidad total en MIA, se posiciona así para capturar gran parte de ese pastel.
En síntesis, el enlace Miami-Roma no es solo un vuelo más abre la puerta a un verano récord, refuerza la primacía de Miami como hub hemisférico y ejemplifica cómo las aerolíneas estadounidenses están redibujando sus mapas de rutas para buscar rentabilidad en nichos donde convergen turismo, comunidad migrante y carga de alto valor. Si el desempeño acompaña, la ruta se perfilará como fija en la parrilla 2026 y podría inspirar nuevos enlaces estacionales entre Florida y la Europa mediterránea.