La Dirección de Infraestructura Escolar (DIE) estrenó la Oficina de Gestión del Contratista (OGC) y, con ella, un nuevo ritmo de trabajo papeleo y supervisión corriendo 24 horas al día, siete días a la semana, para que las cuadrillas sigan levantando y remozando aulas sin pausa. La meta oficial es clara: tener los planteles listos antes de que arranque el año escolar 2025-2026.
Lanzado hace apenas tres semanas, el programa “Aulas 24/7” contempla la reconstrucción o mantenimiento de más de 1,100 escuelas en las provincias con mayor déficit. Esa urgencia no es capricho: la Asociación Dominicana de Profesores calcula que faltan unas 7,000 aulas para cubrir la demanda actual, un cuello de botella que cada agosto vuelve y aprieta.
Durante la apertura de la OGC, el director de la DIE, Roberto Herrera Polanco, defendió la iniciativa como “una estocada al burocratismo” que ralentiza los proyectos públicos. Con la nueva ventanilla, los contratistas pueden registrar requerimientos, levantar actas y validar cubicaciones a cualquier hora, lo que, según Herrera, reducirá tiempos muertos y hará más transparente el flujo de fondos.
La movida ya se siente en obra. Herrera adelantó que, solo este mes, el ministerio entregará 294 aulas adicionales, sumando 598 espacios renovados en lo que va de año. Cada remozamiento incluye mejoras estructurales cobertura de filtraciones, baños adaptados y electrificación segura, además de sistemas de captación pluvial para comunidades con escasez de agua.
La presión viene desde arriba. El ministro de Educación, Luis Miguel De Camps, reconoce que, tras más de una década destinando 4 % del PIB al sector, los resultados aún no cuadran con la inversión y urge acelerar los procesos. En paralelo, los indicadores sociales siguen lanzando alertas: la deserción ronda el 25 % en jóvenes de 15 a 17 años, un recordatorio de que infraestructura sin permanencia estudiantil pierde impacto.
Con la OGC operando sin descanso y el plan 24/7 marcando el compás, el reto es que la velocidad no sacrifique calidad. Si las promesas se cumplen, más de un millar de aulas nuevas abrirán sus puertas en agosto próximo. De no ser así, el déficit seguirá cargando sobre los hombros de estudiantes y maestros. Mientras tanto, los contratistas ya no tienen excusa el mostrador está abierto de madrugada.