El contralor de la ciudad y precandidato demócrata a la Alcaldía, Brad Lander, fue detenido este martes por agentes federales dentro del tribunal de inmigración de Manhattan, tras enlazar su brazo con el de un inmigrante que acababa de concluir audiencia. La escena, captada en video, duró poco más de medio minuto y terminó con el funcionario esposado mientras su esposa gritaba que ambos estaban ejerciendo un derecho de acompañamiento.
Según Los Angeles Times, los agentes acusaron a Lander de obstrucción cuando este se negó a soltar al migrante, a quien pretendían llevarse de inmediato para un proceso de deportación expedita. Testigos describen empujones y gritos en el pasillo antes de que un grupo de oficiales con chalecos tácticos trasladara al contralor fuera del edificio.
El episodio llega apenas una semana después de que el propio Lander denunciara la “ola de secuestros” que, a su juicio, ejecuta el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) a la salida de los tribunales una práctica que el contralor ya venía cuestionando públicamente desde el 10 de junio, cuando reclamó más fondos para defensores de oficio de inmigrantes.
No es la primera vez que un alto cargo electo termina arrestado por entorpecer operativos migratorios en mayo, el alcalde de Newark, Ras Baraka, fue capturado durante una protesta contra un nuevo centro de detención y su caso fue archivado días más tarde.
Organizaciones de juristas aseguran que la estrategia de detener personas dentro o justo después de las audiencias forma parte de un plan federal más amplio para cumplir con una cuota de 3 000 arrestos diarios. Reportes recientes advierten que el Departamento de Seguridad Nacional instruyó a fiscales a desestimar causas y entregar de inmediato a los migrantes a ICE, lo que deja sin efecto la búsqueda de asilo y otros recursos legales.
A nivel político, el arresto ocurre con la votación anticipada ya en curso (empezó el 14 de junio) y a solo una semana de las primarias demócratas del 24 de junio, que se celebrarán bajo el sistema de votación por orden de preferencia. El equipo de campaña de Lander acusó al gobierno federal de “intentar intimidar a funcionarios electos que ejercen labores de observación cívica”, mientras sus rivales guardan prudente silencio a la espera de conocer los cargos formales.
Más allá del pulso electoral, el incidente reaviva el debate sobre el debido proceso en cortes de inmigración. Organizaciones como la American Immigration Lawyers Association denuncian que las redadas dentro de tribunales crean un “efecto congelador” víctimas y testigos temen presentarse a declarar. En paralelo, informes de Reuters muestran que ICE ha triplicado sus objetivos diarios de captura desde principios de mes, priorizando operativos en zonas urbanas con alta densidad migrante.
Para Lander, el costo político es incierto su imagen de defensor de los derechos civiles podría reforzarse entre el electorado progresista, pero la etiqueta de “obstrucción” podría alejar a votantes moderados que ven con recelo las fricciones entre ciudad y federales. Lo que sí parece claro es que, tras esta detención, el tema migratorio pasa al centro del escenario en la recta final de una contienda que ya estaba marcada por la inseguridad y el alto costo de la vivienda.
En un contexto de cuotas de arresto cada vez más agresivas y protestas que se multiplican de Nueva York a Los Ángeles, el choque entre jurisdicciones locales y la política federal de deportaciones promete escalar. Y, con Lander fuera bajo fianza y su audiencia preliminar fijada para los próximos días, el tribunal de inmigración de Manhattan podría convertirse, irónicamente, en el principal foro político de la ciudad en plena campaña.