La madrugada de este viernes 25 de abril, el rapero puertorriqueño Tempo (David Sánchez Badillo) volvió a encontrarse frente a las autoridades cuando agentes de seguridad del Aeropuerto Mercedita, en Ponce, detectaron una bala calibre.40 dentro de su equipaje de mano mientras pasaba por el punto de inspección.
Según la agencia EFE, el artista de 47 años fue detenido en el acto y trasladado al cuartel de la Policía en Ponce Oeste, donde la Fiscalía determinará hoy mismo si radica cargos por violar la Ley de Armas de Puerto Rico. La situación se complicó al no poseer licencia para portar armas ni municiones, requisito imprescindible en la isla.
Fuentes policiales citadas por El Nuevo Día precisan que el arresto ocurrió alrededor de las 4:30 a. m., cuando Tempo se disponía a tomar un vuelo hacia Orlando. El proyectil fue detectado por el escáner de rayos X y de inmediato activó el protocolo de seguridad.
Un pasado que vuelve a pesar
El intérprete de “Deja” saltó a la fama a finales de los 90, pero su carrera se vio abruptamente frenada en 2002, cuando fue acusado de narcotráfico y posesión de armas. Tras varias apelaciones, su condena quedó finalmente en 15 años; cumplió 11 años y seis meses antes de salir en libertad supervisada en 2014. El año pasado, celebró el fin definitivo de esa supervisión y anunció una gira mundial que debía marcar su regreso triunfal a los escenarios.
Qué podría enfrentar ahora
Bajo el artículo 466g de la Ley de Armas de Puerto Rico de 2020, poseer munición o un arma de fuego sin licencia es delito grave y conlleva una pena fija de cinco años de prisión, ampliable a diez en circunstancias agravantes. Si la Fiscalía decide presentar cargos formales, Tempo volvería a los tribunales menos de un año después de haber proclamado su libertad total.
El incidente ilustra la rigidez de las leyes caribeñas sobre armas y municiones. Basta recordar el caso del turista estadounidense Ryan Watson, quien en 2024 enfrentó hasta 12 años de cárcel en Turks & Caicos por cuatro balas olvidadas en su bolso, o las multas récord de 23 millones de dólares que impuso la TSA a viajeros que intentaron embarcar armamento en aeropuertos estadounidenses durante 2024.
Impacto en su carrera y en la música urbana
Para Tempo, este traspié llega en pleno intento de retomar una trayectoria golpeada por su largo periodo tras las rejas. La gira promocionada para 2025 que incluía paradas en Santo Domingo, Nueva York y Madrid queda ahora en vilo, a la espera de la decisión judicial. Más allá de su caso personal, el episodio reaviva el debate sobre la responsabilidad de los exponentes urbanos y los mensajes que transmiten a un público joven que, en buena medida, los ve como modelos de superación.
Las próximas horas serán clave si la Fiscalía presenta cargos, el rapero podría quedar recluido a la espera de juicio. De lo contrario, afrontará una fianza y restricciones de viaje que, de cualquier modo, complicarán sus planes artísticos. Por ahora, su equipo de manejo guarda silencio, mientras sus seguidores inundan las redes sociales con el hashtag #FreeTempo2025, clamando porque esta nueva bala no vuelva a disparar su carrera hacia la misma celda de la que logró salir hace apenas una década.