La Vega. La tranquilidad de la calle Sánchez, en el sector El Nápoles, se quebró la tarde del 5 de mayo cuando un encapuchado irrumpió con un revólver y golpeó sin piedad a un empleado de 55 años antes de huir con la recaudación de la jornada.
Según CDN, la rápida respuesta de la Policía Nacional permitió arrestar a Dayeli Michelli Guzmán Rojas, Wilsary Melissa Caraballo Lora y Anthony Joel Barrera Suriel (alias Yoel), este último herido al enfrentar a los agentes detrás del play del sector Soto. Allí mismomientras repartían el botín les ocuparon un revólver sin registro, RD$ 985 en efectivo y la motocicleta robada en Mao el 16 de abril.
Las dos empleadas confesaron que orquestaron el asalto para saldar deudas urgentes, apoyadas por Barrera Suriel y su hermano Randy Antonio (prófugo), además de un haitiano identificado como “Jesús”. La uniformada exhorta a ambos a entregarse “por la vía que consideren pertinente”, recordando que la pena por robo agravado puede superar los 10 años si se prueba la asociación de malhechores.
Aunque las estadísticas oficiales reflejan una baja general de atracos en 2024 se reportaron 19 994 robos menos que en 2023, según el Ministerio de Interior y Policía los negocios de apuestas siguen siendo un objetivo frecuente en las provincias del Cibao. Expertos en seguridad consultados señalan que estos locales manejan efectivo a diario y, muchas veces, carecen de vigilancia armada.
El caso también expone un fenómeno cada vez más documentado por la Policía la complicidad interna. Informes técnicos indican que, en los primeros meses de 2024, buena parte de los robos con violencia involucraron a empleados o ex-empleados que conocían rutinas y puntos ciegos de sus lugares de trabajo.
Mientras el Ministerio Público prepara las solicitudes de medidas de coerción, vecinos de El Nápoles piden mayor patrullaje y cámaras de vigilancia. Para los pequeños comerciantes, la lección es clara reforzar procesos de control y contratación confiable resulta tan crucial como la presencia policial.
