El sistema bancario local inició 2025 pisando fuerte. Al 31 de marzo, los activos brutos de la banca múltiple ascendieron a RD$3.52 billones, un salto interanual de 10.7 % que afianza su peso en la economía criolla y en la región.
Según la Asociación de Bancos Múltiples (ABA), esa expansión vino acompañada de una cartera de créditos que rozó los RD$1.93 billones, con crecimientos sostenidos en los segmentos hipotecario (15.3 %), consumo (12.2 %) y comercial (9.2 %), en línea con los registros de la Superintendencia de Bancos.
Liquidez y calidad por encima del vecindario
Donde el sistema dominicano marca verdadera diferencia es en la solidez de sus balances. El coeficiente de activos líquidos se colocó en 41.9 %, casi el doble del promedio latinoamericano (22.9 %). El índice de morosidad permaneció en un cómodo 1.4 %, frente al 2.4 % regional, y la cobertura de cartera vencida alcanzó 219.3 %, señal de previsiones holgadas ante eventuales impagos.
El capital regulatorio también luce robusto la solvencia efectiva cerró el trimestre en 17.4 %, muy por encima del 10 % que exige la Ley Monetaria y Financiera y superior al 13 % que hoy presumen economías pares como Panamá o Costa Rica.
Un contexto macro que sigue jugando a favor
Más allá de los números bancarios, la foto macro respalda el optimismo. El Banco Central reportó un crecimiento acumulado de 2.7 % en el primer trimestre y una expansión de 5.4 % en marzo, con la intermediación financiera encabezando el ranking sectorial con un alza de 9 % interanual. Las reservas internacionales se mantienen por encima de los US$15 000 millones y el tipo de cambio se ha depreciado menos de 1 % en lo que va de año, cifras que refuerzan la percepción de riesgo moderado del país.
Retos a la vista crédito selectivo y transformación digital
El panorama externo marcado por tasas de interés altas y volatilidad global obliga a las entidades a hilar fino con el crédito corporativo, sobre todo en rubros intensivos en divisas. No obstante, la continua inversión en tecnología bancaria y la expansión de canales digitales prometen sostener la rentabilidad sin comprometer la prudencia. Analistas de Fitch y S&P valoran esa combinación de disciplina de riesgo y diversificación de ingresos como la llave para que la banca dominicana siga “jugando en liga mayor” dentro de la región.
En suma, mientras otras economías lidian con balances más frágiles, el sistema financiero criollo exhibe ratios que lo colocan varios pasos delante de sus vecinos. El reto ahora es mantener ese liderazgo cuando la política monetaria global se normalice y el apetito de crédito vuelva a acelerarse.