El “Piano Man” de Nueva York, Billy Joel, de 76 años, se vio obligado a apagar los reflectores indefinidamente y cancelar las 19 fechas que tenía pautadas en Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido luego de que los médicos confirmaran que padece hidrocefalia normotensiva, un trastorno que ya le está afectando la audición, la visión y el equilibrio.
Según informó la agencia EFE, el equipo del cantautor explicó en un comunicado que los síntomas se intensificaron durante las últimas presentaciones y que, por recomendación médica, Joel entró en un programa de fisioterapia intensiva que lo mantendrá alejado de los escenarios “hasta nuevo aviso”. El propio artista pidió disculpas a sus seguidores por la drástica decisión y agradeció la comprensión en medio de su proceso de recuperación.
La hidrocefalia normotensiva un exceso de líquido cefalorraquídeo que dilata los ventrículos cerebrales sin aumentar la presión típica suele diagnosticarse después de los 60 años y provoca desde dificultades motoras hasta problemas cognitivos y de continencia. Aunque puede aliviarse con cirugía de derivación y fisioterapia especializada, el pronóstico depende de la rapidez con que se trate, subraya el NewYork-Presbyterian Hospital.
Joel llega a este descanso forzoso tras haber puesto fin en julio de 2024 a una residencia histórica de más de una década en el Madison Square Garden casi 90 conciertos, 1.7 millones de asistentes y más de 200 millones de dólares en boletos vendidos, de acuerdo con cifras de Pollstar reseñadas por medios especializados en rock.
La empresa promotora ya confirmó que el importe de todas las entradas se reembolsará automáticamente, una medida celebrada por los fans pero que deja sobre la mesa el impacto económico para recintos y ciudades como Las Vegas, San Antonio o Edimburgo, que contaban con el influx de visitantes.
Más allá del golpe financiero, el caso reaviva el debate sobre la transparencia en torno a la salud de los artistas veteranos y las garantías que reciben los compradores cuando un tour pende de un hilo. Springsteen, Ozzy Osbourne y Phil Collins han pasado por pausas similares en los últimos años, recordatorio de que la longevidad del rock depende cada vez más de diagnósticos tempranos y políticas de devolución claras. Por ahora, la última nota la tiene Joel “Mi salud va primero; volveré cuando el cuerpo aguante”.