El Subaru Park de Chester se prepara para una prueba de alto voltaje este sábado 24 de mayo, cuando un Inter Miami en franca mala racha visite al líder del Este, Philadelphia Union, con Lionel Messi a la cabeza y la clasificación apretándose a mitad de temporada.
Según la agencia EFE, el club floridano llega con solo un triunfo en sus últimos siete partidos oficiales y con 21 goles encajados en 13 jornadas, el tercer peor registro defensivo de la conferencia. Esa sangría, sumada a la eliminación en semifinales de la Concacaf Champions Cup a manos del Vancouver, ha encendido las alarmas sobre la continuidad de Javier Mascherano en el banquillo.
La tabla respalda la sensación de urgencia: Inter Miami marcha sexto con 22 puntos, siete menos que el Union, que comanda el Este y encabeza la puja por el Supporters’ Shield.Philadelphia se sostiene en una racha de seis encuentros sin perder y presume un fortín casi inexpugnable en casa (5-1-0), lo que eleva la exigencia para los de Florida.
Messi cinco goles y tres asistencias en la liga vuelve a ser el faro ofensivo acompañado por Luis Suárez y Sergio Busquets, mientras el club define renovaciones clave que vencen en diciembre.El rosarino, además, arrastra un promedio de una ocasión clara creada cada 70 minutos, pero necesita más respaldo defensivo el centro de la zaga ha utilizado cuatro parejas distintas en el último mes, sin encontrar la fórmula.
Del otro lado, el Union confía en la química establecida por Dániel Gazdag y Mikael Uhre 12 tantos combinados además de su presión alta, que provoca 8,3 recuperaciones en campo rival por encuentro, la cifra más alta de la MLS. El técnico Jim Curtin avisó que su equipo no cambia el libreto ni ante Messi “Prefiero morir con mi idea que especular”, dijo en la previa.
El choque también influirá en la pelea por el Mundial de Clubes 2025 LAFC, próximo rival del América por el último boleto, y Vancouver puntero del Oeste miran de reojo un tropiezo de Philadelphia que comprima la carrera por puntos totales. Con 21 jornadas por delante, el margen de error se reduce.
Para Inter Miami, el partido supone más que tres puntos es la oportunidad de frenar la caída, reafirmar el proyecto Messi-Busquets-Suárez y, de paso, despejar las dudas sobre Mascherano. Si fallan, la presión mediática y el ruido de la grada de Fort Lauderdale podrían acelerar decisiones drásticas en un vestuario diseñado para ganar hoy, no mañana.
