Caen 93 % los arrestos fronterizos en EE. UU. bajo Trump

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Ni la Patrulla Fronteriza se imaginaba un bajón tan drástico desde que Donald Trump volvió a la Casa Blanca en enero, los arrestos diarios de migrantes en la línea con México se han desplomado un 93 %, hasta tocar fondo con menos de 7 200 detenciones en marzo de 2025, la cifra mensual más baja de la que se tenga registro.

Según la agencia EFE, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, explicó ante el Congreso que el 25 de febrero apenas se contabilizaron 160 cruces irregulares, un número impensable hace un año cuando el promedio superaba los 6 000 diarios.

La funcionaria atribuyó la caída a la estrategia de “mano dura” que incluye patrullaje militar en la frontera, redadas internas y un polémico incentivo de 1 000 dólares para los indocumentados que acepten la autodeportación. El mismo informe detalla que los encuentros con menores no acompañados se redujeron 94 % en el primer trimestre y que, solo en marzo, la Guardia Costera decomisó 105 000 kilos de fentanilo y otras drogas un alijo valorado en más de 517 millones de dólares cuando los narcos intentaban burlar los controles marítimos.

¿Efecto disuasorio real o burbuja estadística?
Los números lucen contundentes, pero hay matices. Expertos de la Universidad de Texas recuerdan que los arrestos ya venían bajando desde mediados de 2024 por la desaceleración económica en EE. UU. y el endurecimiento de los visados en México, lo que sugiere que no todo el mérito es de las órdenes ejecutivas de Trump. Además, la principal base de datos de la CBP señala que, aunque las detenciones cayeron, las “fugas” migrantes que cruzan sin ser interceptados siguen siendo un agujero negro difícil de medir.

El propio Congreso republicano reconoce que mantener el ritmo represivo costará una fortuna. Un borrador de ley destapado por Politico calcula entre 200 000 y 350 000 millones de dólares adicionales para financiar agentes, centros de detención y vuelos de deportación masiva durante los próximos cuatro años.

Reacciones encontradas

  • Organizaciones pro-migrantes, como la American Immigration Council, advierten de un repunte de demandas por violaciones al debido proceso y separaciones familiares.

  • Sectores empresariales de California y Texas temen una escasez de mano de obra agrícola si las expulsiones se aceleran.

  • En contraste, gobernadores conservadores celebran “la frontera más segura de la historia”, un lema que Kristi Noem repite en cada comparecencia.

Mirada a futuro
Con más de 11 millones de personas sin papeles viviendo en EE. UU., el reto no termina en la frontera. Los tribunales migratorios arrastran un atasco superior a tres millones de casos y las repatriaciones dependen, en última instancia, de convenios con los países de origen. Si esos gobiernos se niegan a recibir a sus ciudadanos algo que ya ocurre con Venezuela y Nicaragua, ni los muros ni los dólares evitarán que la olla de presión migratoria vuelva a estallar.

Por ahora, los datos respaldan a Trump menos cruces, más incautaciones de drogas y una narrativa de “control total” que resuena en año preelectoral. Pero como bien dicen los veteranos de la frontera, las estadísticas duran hasta que la próxima ola de crisis económicas, climáticas o de seguridad empuje de nuevo a la gente a buscar un hueco en los 3 200 kilómetros de desierto, río y muros de acero que separan a México de los Estados Unidos.

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