El precio del dólar amanece otra vez en la mira de los dominicanos tanto los que mandan remesas desde Nueva York como los que hacen mercado en la Duarte porque cada centavo que sube o baja se siente en el bolsillo colectivo.
De acuerdo con los registros de la autoridad monetaria, la divisa se compra esta mañana a 58.67 pesos y se vende a 59.00 pesos. El euro, por su parte, ronda los 66.50 pesos por unidad.
Durante 2025 el dólar ha vivido una montaña rusa arrancó el año cerca de 64.27 pesos (máximo del 6 de enero) y marcó un mínimo de 58.68 pesos el 29 de abril, para un recorrido de casi seis pesos en apenas cuatro meses. El promedio anual se ubica por ahora alrededor de 61.8 pesos, señal de que la presión alcista observada en 2024 se ha diluido . La moneda europea también ha cedido después de tocar la cota de 70.16 pesos el 14 de abril, desciende poco a poco, favoreciendo a quienes planean viajar al viejo continente o importar insumos en euros .
El flujo de remesas explica parte de este respiro: solo en marzo ingresaron US$1,110 millones, un salto de 21 % frente a febrero y récord histórico para un solo mes. Más dólares en los bolsillos de las familias significan demanda adicional de pesos y, por ende, alivio cambiario.
A esto se suma que las expectativas de inflación se mantienen contenidas en torno a 4.1 % anual, dentro del rango meta, lo que le ha permitido al banco emisor pausar los recortes de tasas y concentrarse en la estabilidad del peso. Menor presión inflacionaria y una economía que todavía crece por encima del 4 % forman una combinación que refuerza la calma del mercado cambiario.
Para quien envía dinero desde EE. UU., la foto cambia poco cada US$100 se convierten hoy en unos 5,900 pesos, 330 pesos más que a finales de abril. Ese diferencial puede parecer mínimo, pero en un mes de renta o matrícula universitaria marca la diferencia. Por eso los especialistas recomiendan monitorear diariamente la tasa oficial antes de hacer la transferencia y aprovechar las aplicaciones que fijan el cambio en tiempo real para evitar sorpresas.
Las empresas importadoras también reciben un balón de oxígeno. Un dólar más barato abarata la factura de combustibles y materias primas; si el comportamiento se sostiene, podría reflejarse pronto en precios de venta al públicojusto cuando el consumidor lo necesita.
En resumen, el peso arranca mayo con el viento a favor. Falta ver si la Reserva Federal confirma otro recorte en junio y si las remesas siguen fluyendo al mismo ritmo. Mientras tanto, conviene revisar el boletín cambiario cada mañana bastan unas horas para que la cuenta, como el colmado de la esquina, “arranque a marcar de nuevo”.
