China cierra la puerta a Boeing y recalienta la guerra comercial EE. UU.–China

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China ordenó a sus aerolíneas “congelar” de inmediato la recepción de nuevos aviones Boeing y dejar de comprar repuestos estadounidenses, una movida que golpea de frente a la industria aeronáutica de Estados Unidos y aviva el pulso arancelario entre las dos mayores economías del planeta.

Según publica el medio dominicano Arecoa, la prohibición se conoció apenas días después de que la Casa Blanca elevara los aranceles sobre bienes chinos hasta un tope de 145 %, cifra que Pekín replicó gravando importaciones de EE. UU. con un 125 %. El capítulo aeronáutico se convierte así en la pieza más vistosa de un ajedrez que ya abarca autos eléctricos, semiconductores y hasta insumos agrícolas.

Las tasas punitivas endurecen el panorama para Boeing, un fabricante que en 2022 enviaba uno de cada cuatro de sus aviones a China; en 2023 ese flujo bajó a solo 9 %, y ahora podría desaparecer por completo. La compañía no quiso comentar la orden de Pekín, pero sus acciones cayeron más de un 1,5 % tras conocerse la noticia.​

La ofensiva china llega en pleno recrudecimiento de la guerra comercial. El presidente Donald Trump justificó los nuevos gravámenes como “un paso necesario” para reequilibrar la balanza, mientras Beijing replicó que no teme “dar la pelea” si Washington mantiene la presión.​

¿Quién gana cuando Boeing pierde?

  • Airbus: con una línea de montaje en Tianjin y contratos ya firmados por la estatal China Southern, el consorcio europeo se alista para cubrir la demanda que Boeing dejará vacante. Analistas advierten, sin embargo, que su capacidad de producción no alcanza por sí sola para suplir todo el mercado chino.

  • COMAC: el fabricante estatal acelera la producción del C919 —el rival local del 737 MAX— y planea ensamblar 50 unidades en 2025, el doble del año pasado. Con ayuda del gobierno, la firma busca certificaciones fuera de China para competir en rutas del Sudeste Asiático antes de 2026.

Mientras tanto, las aerolíneas chinas que alquilan equipos Boeing lidian con un dilema: devolver los aviones o negociar subsidios temporales de Pekín para cubrir la subida de costos operativos. La Administración de Aviación Civil de China (CAAC) sopesa mecanismos de ayuda, aunque no ha publicado un plan definitivo.

Implicaciones más allá de las cabinas

  1. Cadena de suministro global
    Cortar la compra de repuestos estadounidenses podría generar escasez no solo en China: varios talleres MRO asiáticos dependen de piezas fabricadas en Seattle y Wichita.​

  2. Mercado de financiamiento
    Bancos y arrendadoras que apostaron por la recuperación pos‑pandemia del tráfico chino temen impagos si los aranceles se prolongan. Ya se observa una prima de riesgo más alta en bonos emitidos por aerolíneas de la región, según JPMorgan.

  3. Presión sobre Centroamérica y el Caribe
    Países como República Dominicana, cuya conectividad aérea depende en gran medida de Boeing (sobre todo para rutas de larga distancia y carga), podrían enfrentar alzas de tarifas si las aerolíneas redirigen flotas o trasladan sobrecostos de mantenimiento.

Mirada al futuro inmediato

  • Reubicación de entregas: Boeing podría reasignar los aviones que China rechace a clientes en Medio Oriente o Latinoamérica, aunque con descuentos y penales contractuales.

  • Negociaciones de emergencia: diplomáticos de ambos países preparan rondas técnicas para evitar que la disputa se extienda a servicios financieros y turismo, sectores que generan miles de empleos a ambos lados del Pacífico.

  • Espaldarazo a rivales: si el veto persiste, Airbus y COMAC consolidarán una posición de casi duopolio en el gigante asiático, un mercado que la Asociación Internacional de Transporte Aéreo prevé será el mayor del mundo antes de 2030.

En resumen, la jugada de Pekín no solo pone a prueba la resistencia de Boeing, sino que redefine las reglas del tablero aeronáutico en la próxima década. Para la región —y para el bolsillo de los viajeros— la contracción de oferta podría traducirse en boletos más caros, al menos mientras el conflicto siga en turbulencia.

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