Una persecución militar terminó de forma insólita en Yabonico, San Juan de la Maguana, cuando un Honda Civic gris se estrelló contra una cabaña al intentar evadir un retén del Ejército dominicano. Dentro del vehículo viajaban dos ciudadanos haitianos en condición migratoria irregular; ambos resultaron ilesos, al igual que el conductor, Derlin Antonio Deyerol Pereyra Rosario.
Según el reporte preliminar de las autoridades, la patrulla advirtió la maniobra evasiva y siguió el automóvil hasta el momento del impacto. Tras la detención, los extranjeros fueron trasladados a la Fortaleza General Pedro Florentino para su depuración, mientras el conductor será puesto a disposición del Ministerio Público. La persona que lo acompañaba logró escapar y continúa prófuga.
El incidente aviva la tensión que se vive en la zona fronteriza: solo entre agosto de 2024 y abril de 2025, el Ejército entregó a Migración más de 125 mil haitianos capturados en operativos de interdicción, un volumen sin precedentes en la última década. diariolibre.com
Las cifras globales confirman la tendencia. La Dirección General de Migración (DGM) reporta que entre enero y mayo de 2025 deportó a más de 145 000 extranjeros —el 99 % haitianos—, una subida superior al 70 % respecto al mismo lapso de 2024. diariolibre.comlistindiario.com
Aun así, las redes de tráfico siguen activas. Hace apenas una semana, agentes arrestaron a dos empleados públicos cuando trasladaban ocho haitianos en la misma carretera San Juan–Azua. diariolibre.com Vecinos de la comunidad rural Loma del 4, en Sabana de la Mar, denuncian una “llegada masiva” de indocumentados y reclaman un patrullaje permanente para disuadir nuevos ingresos.
Especialistas en seguridad fronteriza explican que la presión humanitaria empuja a muchos haitianos a buscar rutas cada vez más arriesgadas, mientras los conductores dominicanos —a menudo motivados por pagos rápidos— asumen riesgos que terminan en accidentes como el de Yabonico. Organizaciones humanitarias, por su parte, insisten en que la solución pasa por una estrategia binacional que combine control, inversión social y vías de migración regular, en vez de depender únicamente de la fuerza.
La investigación sobre este choque apenas comienza, pero el caso ya sirve de recordatorio: la frontera no se limita a los puntos de control oficiales; también viaja sobre el asfalto, en los carros que tratan de burlar la ley a toda velocidad.