Amanecimos con el cielo tapado de grises y la mayoría de la gente chequeando el celular antes del café sí, la vaguada sigue ahí y el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) no baja la guardia. El organismo ratificó que siete provincias se quedan en alerta amarilla y doce incluido el Distrito Nacional en verde, ante la amenaza de aguaceros fuertes que ya empezaron a sentirse en buena parte del país.
El detalle es claro San Juan, Santiago, Espaillat, La Vega, Monseñor Nouel, Monte Plata y la provincia Santo Domingo figuran en amarillo; mientras que Santo Domingo, Distrito Nacional, Hato Mayor, El Seibo, San Cristóbal, San José de Ocoa, Duarte, Sánchez Ramírez, Puerto Plata, María Trinidad Sánchez, Hermanas Mirabal, Elías Piña y Santiago Rodríguez se mantienen en verde. No es simple listado burocrático: en esas demarcaciones los ríos pueden crecer de golpe y las calles volverse ríos improvisados en cuestión de minutos, advierte el COE.
¿Por qué tanta agua de repente?
La respuesta la da el Instituto Dominicano de Meteorología (INDOMET) la vaguada un canal frío en altura combinado con humedad del Caribe seguirá bombeando nubes cargadas “durante las próximas 24 a 48 horas”, con picos vespertinos de lluvia que llegarán acompañados de tormentas eléctricas y ráfagas de viento. Ese patrón obliga a estar pendientes no solo de la precipitación, sino también de posibles granizadas como las reportadas anoche en Puerto Plata.
Lecciones del pasado reciente
Hace apenas dos días la película lucía parecida: catorce provincias saltaron a alerta amarilla y se registraron inundaciones urbanas en barrios ribereños de la línea noroeste. Esa experiencia confirma que un simple cambio de intensidad convierte calles adoquinadas en canales y provoca deslizamientos en zonas montañosas como la carretera Jarabacoa-Constanza.
Riesgos concretos y recomendaciones
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Cruce de ríos y cañadas. Evitarlo, aunque el agua parezca mansa. El COE recuerda que el 60 % de los rescates en eventos similares ocurre porque alguien subestimó la corriente.
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Electrodomésticos y bajantes. Desconectar en zonas propensas a relámpagos; un bajón de voltaje inesperado ya le dañó la nevera a un vecino en Santo Domingo Norte la semana pasada.
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Tránsito urbano. Si vives en la capital, huye de la Kennedy con Núñez cuando arrecia la lluvia; el drenaje colapsa y los tapones se vuelven eternos.
Más allá del pronóstico de hoy
La propia ONAMET proyecta que, de mantenerse la vaguada estacionaria, los suelos saturados podrían retrasar siembras en el Cibao y afectar la cosecha de plátano justo en plena demanda post-Semana Santa. Agricultores de La Vega ya reportan encharcamientos en fincas de yuca, lo que compromete la calidad del tubérculo si no drena pronto.
Una mirada personal
Recuerdo cuando cubrí las lluvias de noviembre 2022 un aguacero de madrugada convirtió en lago el parqueo frente al Estadio Quisqueya y muchos confiamos en que “eso baja rápido” pero no fue así. La lección es simple: escuchar los boletines, preparar un kit básico linterna, batería externa, documentos plásticos y, sobre todo, no confiarse de “un aguacero cualquiera”.
En buen dominicano si el COE avisa, uno se cuida. Revisa tu techo, sella esa ventana que gotea y ojalá mañana hablemos de sol; pero hoy, mejor preparados que sorprendidos.
