El índice EMBI-JP Morgan amaneció hoy con cifras que marcan quién inspira confianza y quién paga intereses de usura. Estados Unidos conserva 0 puntos (la referencia libre de riesgo), mientras República Dominicana aparece con 246 ligeramente por encima de Paraguay (177) y por debajo de Panamá (301) y México (350). Argentina se lleva el farol rojo 741 puntos, la línea que separa el alto-riesgo del riesgo-incendiario.
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¿Importa este numerito? Muchísimo. Es el sobreprecio que pagaríamos si mañana el Gobierno o el sector privado quisieran colocar un bono. Un incremento de 100 puntos básicos implica, grosso modo, un 1 % más en la tasa final de emisión. Traducido al dominicano: con 246 puntos todavía somos “invertibles”, pero si el déficit fiscal se dispara o la Fed sube tasas (ver noticia 4) ese margen se encarece y golpea la billetera pública… y por rebote la tuya, cuando pidas un préstamo indexado a dólares.
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Una anécdota de pasillo: un gestor de portafolios en Nueva York me contaba hoy que, pese a los 246 puntos, “Santo Domingo sigue teniendo mejor storytelling que Lima o Bogotá”. La clave dice es la percepción de resiliencia turística y la relativa disciplina monetaria. El reto: movernos a menos de 200 puntos para entrar en la liga de Chile (131) y Uruguay (99). Eso requiere reformas no titulares.
El riesgo país en América sacude el tablero R. D. se planta en 246 puntos, Argentina arde en 741
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