Juan Soto a punto de romper récord de boletos antes de los 27 años

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Juan Soto volvió a dar cátedra de paciencia en el plato y se puso a tiro de un registro que parecía intocable le faltan apenas tres bases por bolas para empatar los 797 que Mickey Mantle negoció antes de cumplir los 27. A sus 25 años, el quisqueyano demuestra que leer pitcheos puede ser tan letal como pegarlos a 450 pies.

Según elCaribe, el jardinero de los Mets acumula 794 boletos en su joven trayectoria, una cifra que lo coloca segundo en la historia de las Mayores para su rango de edad. El dato sorprende porque Mantle necesitó 1 102 juegos para llegar a 797, mientras Soto apenas va por 971 apariciones una eficiencia que ilustra cuán selectivo es el capitalino frente al plato.

La estadística cruda se entiende mejor si miramos 2025 en 33 partidos, Soto ya suma 24 pasaportes y ostenta un OBP de .379, lo que equivale a embasarse casi cuatro veces por cada diez turnos, incluso en un arranque de campaña donde su promedio ronda los .258. Esa capacidad para desgastar abridores explica por qué los Mets pagaron US$ 765 millones por 15 años el contrato más jugoso en la historia del deporte profesional y esperaban que su llegada impulsara una ofensiva que el año pasado languideció en promedio y slugging.

Lo notable es que Soto no sacrifica poder sus 206 jonrones de por vida lo mantienen en ritmo de élite, y su OPS histórico (.948) lo ubica en la misma conversación con titanes como Ted Williams a esa edad. Mientras otros slugger persiguen el batazo largo, el dominicano abraza la zona descarta los envíos fuera del corazón y deja que el rival se meta en problemas; si el pitcheo entra, la pelota viaja.

Mickey Mantle, leyenda de los Yankees, forjó su récord en los años 50 cuando el béisbol vivía otra dinámica menos especialización de bullpen y más confianza en la recta. Que Soto lo alcance en plena era de “stuff” explosivo subraya la magnitud del logro. Hasta ahora, ningún bateador había combinado tanto poder, contacto y disciplina desde los tiempos de Barry Bonds, quien dominó la estadística de boletos a punta de respeto (y algo de temor) del rival.

En la República Dominicana, la conversación va más allá de los números los coaches de liga menor ya ponen videos de Soto a sus prospectos para enseñar “la quietud en la caja” y “la mirada de rayo X” con la que decide si suelta el swing. El mensaje es simple: la paciencia también paga.

¿Qué sigue? Con un calendario que aún le reserva más de 120 juegos, el nativo de Hato Mayor tiene margen de sobra para pasar a la historia. Si mantiene su actual ritmo de pasaportes (0.73 por juego), la marca de Mantle podría quedar rebasada antes del receso del Juego de Estrellas. Cuando ocurra, será un hito tan dominicano como el merengue que suena en Citi Field cada vez que el número 22 pisa home con una sonrisa que mezcla frescura y determinación.

Todo indica que la “era Soto” apenas calienta motores; y si algo nos recuerda su cercanía al récord es que, en el béisbol moderno, saber decir “no” al pitcheo malo es tan valioso como disparar el cuadrangular de la victoria.

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