Emmanuel Macron desmiente presunta bofetada de Brigitte en Hanói

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El presidente de Francia, Emmanuel Macron, desactivó este lunes el revuelo mediático que provocó un breve gesto captado a su llegada a Hanói, Vietnam, donde la mano de la primera dama, Brigitte Macron, parecía golpearle el rostro. El video, difundido sin contexto por diversas plataformas digitales, alimentó conjeturas sobre un posible altercado conyugal.

Según  europapress, el mandatario restó importancia al episodio y lo calificó como “una broma entre esposos”, subrayando que ambos estaban relajados tras un vuelo de larga distancia. “Durante tres semanas ironizó he pasado de compartir una supuesta bolsa de cocaína a sostener un duelo con el presidente turco y ahora, al parecer, recibo una bofetada de mi esposa. Nada de eso se ajusta a la realidad”.

La escena registrada por Associated Press dura apenas unos segundos Brigitte roza el rostro de su marido, él esboza un gesto de sorpresa al advertir las cámaras y enseguida retoma el protocolo de saludo. La secuencia bastó para que tabloides europeos y cuentas de desinformación reinterpretaran el movimiento como una agresión, etiquetándolo de “slap” o “row” matrimonial.

El Palacio del Elíseo emitió, poco después, un comunicado en el que definió el momento como “una muestra de complicidad” y recordó que la pareja presidencial ya ha sido objeto de montajes virales que amplifican microgestos para erosionar reputaciones. La semana anterior, un fragmento de video sugería que Macron ocultaba drogas en plena cumbre europea; especialistas en verificación demostraron que se trataba de un pañuelo mal doblado. Otro caso reciente un saludo aparentemente áspero con Recep Tayyip Erdoğan resultó ser un encuadre sesgado de un apretón de manos convencional.

Anatomía de un bulo

  1. Algoritmos que premian el morbo. Clips cortos y ambiguos generan altos índices de interacción, por lo que las plataformas los impulsan sin filtrar matices.

  2. Narrativas geopolíticas. Analistas del Instituto para el Diálogo Estratégico han detectado un incremento de campañas antifrancesas vinculadas a actores hostiles tras el apoyo de París a Ucrania.

  3. Déficit de contexto. Al compartirse un extracto sin audio ni continuidad, el público completa la historia con suposiciones, que los titulares sensacionalistas refuerzan.

En República Dominicana, figuras públicas también han padecido distorsiones similares. El caso Macron ilustra la necesidad de alfabetización mediática: contrastar fuentes, buscar la secuencia completa y desconfiar de publicaciones que apelan al sobresalto antes que a los hechos.

Lejos de un escándalo doméstico, el episodio en Hanói revela la facilidad con que un gesto trivial puede convertirse en combustible para la maquinaria de la desinformación global. La rápida aclaración de Macron y el Elíseo refuerza una lección ineludible: en la era del clip viral, la verdad exige verificación, calma y sobre todo contexto.

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