Furiosas ráfagas y nevadas a punto de azotar China emite alertas extremas

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El panorama en buena parte del territorio chino luce bastante revuelto: un frente frío fuera de lo común amenaza con vientos cercanos a los 130 kilómetros por hora, granizadas imprevistas y bajones de temperatura que meten miedo. Las zonas norteñas y las provincias del sur ya sienten el ambiente pesado, mientras las autoridades refuerzan los protocolos de emergencia. En Beijing han tenido que aplazar actividades deportivas y aconsejar a la gente que se resguarde en casa, ante la llegada de la ventolera más agresiva en décadas.

Tal como detalla EFE, esta crisis climática responde a un vórtice primaveral inusualmente intenso, potenciado por masas de aire helado que recorrerán el país de norte a sur. El Centro Meteorológico Nacional de China, en consonancia con la Organización Meteorológica Mundial, ha advertido sobre la posibilidad de tormentas de nieve en Mongolia Interior y regiones aledañas. Mientras tanto, en el sur han encendido alarmas por granizadas y precipitaciones que podrían dañar infraestructuras y cultivos. Para colmo, hay zonas donde la temperatura bajará hasta 16 grados en apenas un día, una variación extrema que ha llevado al gobierno a activar un nivel de emergencia de categoría III.

Algunos especialistas consultados por entidades internacionales, como la Universidad de Pekín, mencionan que los episodios de cambios bruscos de temperatura y ventiscas feroces suelen aparecer en esta época del año, pero casi nunca con tal ferocidad. En 2019, una situación parecida causó estragos en el transporte y afectó la economía local, lo que demuestra que no se trata de un simple “ventarrón pasajero”. Ahora, en medio de esta nueva embestida, las autoridades recomiendan limitar las actividades al aire libre y reforzar la estructura de techos, ventanas y mobiliario urbano.

Quienes se encuentren en áreas expuestas a la nieve y el granizo, especialmente en provincias sureñas, tienen que prepararse con tiempo: verificación de techos, limpieza de desagües y revisión de sistemas de calefacción. Por otro lado, la capa de polvo y arena que se pasea por el norte puede complicar el tráfico aéreo y terrestre, demandando mayor precaución al manejar y el uso de protección adecuada para no inhalar partículas nocivas.

La experiencia dominicana nos enseña que vale más prevenir que lamentar. Por eso, meteorólogos locales recomiendan seguir los boletines oficiales, mantenerse informados y, si es posible, quedarse en interiores mientras pasa lo peor. Estos sistemas colosales no son un juego y la mejor manera de salir airosos es estar preparados.

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