Haití veta mercancías por tierra desde República Dominicana

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La semana arranca con un terremoto logístico para el comercio binacional. A partir de este lunes 7 de abril de 2025 ninguna mercancía extranjera que cruce territorio dominicano podrá entrar a Haití por carretera: deberá llegar forzosamente por mar, so pena de decomiso inmediato.

Según el comunicado oficial N.º DAJ/BM/AGD/03-25/00479 de la Administración General de Aduanas (AGD), la orden responde al nuevo Código de Aduanas haitiano y fue girada directamente por el Ministerio de Economía y Finanzas. La circular instruye, además, a la Policía Nacional de Haití y a las Fuerzas Armadas a reforzar cada puesto fronterizo para garantizar “aplicación estricta” de la medida.

La disposición se anunció en marzo, debía regir el 7 de abril y, tras varios aplazamientos, entró en vigor hoy 12 de mayo, justo cuando transportistas de ambos lados preparaban la salida habitual de camiones desde Dajabón, Jimaní y Elías Piña.

¿Qué busca Puerto Príncipe?

Haití es, todavía, el segundo mercado para las exportaciones dominicanas. Solo entre enero y septiembre de 2024, los envíos oficiales sumaron US$ 660,1 millones, aunque venían cayendo 7 % frente al 2023 y muy por debajo del pico de US$ 1,040 millones logrado en 2022. Con el nuevo veto terrestre, analistas del Centro de Exportación e Inversión (ProDominicana) prevén una contracción adicional de hasta 15 % en 2025, sobre todo en cemento, harina y textiles, que dependen de un flujo “rápido y barato” por carretera.

Golpe a la logística y al bolsillo

Mover un contenedor de Santo Domingo a Puerto Príncipe vía Manzanillo cuesta hoy unos US$ 2,200, más del doble del flete terrestre (US$ 900–1,000). Ese diferencial se trasladará al consumidor haitiano, donde según la FAO el 45 % de los alimentos ya son importados. Importadores señalan que el país caribeño cuenta con solo dos puertos capaces de manejar carga contenerizada a gran escala (Lafito y Cap-Haïtien), ambos saturados tras los cierres fronterizos de septiembre de 2023 por la crisis del canal en el río Masacre.

Para la parte dominicana, el impacto inmediato será la sobreoferta de productos perecederos en los mercados fronterizos y la caída de las ventas en pesos, un déjà vu de lo vivido durante el cierre total de 2023. La Federación Dominicana de Comerciantes advirtió que “cada semana inactiva cuesta al menos RD$ 350 millones en pérdidas” y presiona a la Cancillería para buscar una salida diplomática.

¿Qué busca Puerto Príncipe?

Fuentes aduanales haitianas explican que la medida pretende:

  1. Blindar la recaudación evitar que se “pierdan” impuestos cuando la carga entra por rutas informales.

  2. Reducir el contrabando de armas y combustibles que alimenta a las pandillas en la capital.

  3. Fortalecer los puertos como nodos de control estatal en un país donde el territorio terrestre está cada vez más fragmentado por la violencia.

No obstante, críticos recuerdan que el comercio informal representa hasta el 30 % del intercambio bilateral y que empujar todo el flujo hacia el mar sin infraestructura suficiente podría disparar exactamente aquello que se pretende frenar.

Lo que viene

  • Revisión de rutas: navieras dominicanas preparan servicios exprés desde Haina y Caucedo, mientras exportadores de productos frescos exploran charter marítimo-refrigerado.

  • Negociación política: el Consejo Binacional de Seguridad se reunirá en Santo Domingo esta misma semana con mediación de la OEA.

  • Tensión social en la franja: mercados binacionales podrían paralizarse; miles de vendedores informales dependen del intercambio diario.

En resumen, el veto terrestre haitiano marca un giro drástico en la dinámica comercial más intensa del Caribe insular. Queda por ver si la apuesta a la vía marítima dará el orden institucional que busca Haití o si terminará ahogando, literalmente, a ambas economías en costos y burocracia.

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