Harvard demanda a Trump y logra frenar veto a estudiantes extranjeros

-

Cambridge, Massachusetts. En un giro que tranquiliza a miles de jóvenes de todo el mundo, un juez federal bloqueó la orden del Gobierno de Donald Trump que impedía a Harvard inscribir estudiantes internacionales, medida que amenazaba con dejar fuera de las aulas a casi una cuarta parte del alumnado de la prestigiosa institución.

Según la agencia EFE, la universidad presentó este viernes una demanda en un tribunal de Massachusetts argumentando que la revocación de su licencia para matricular extranjeros era una represalia política y una violación flagrante de la Primera Enmienda. Horas después, la jueza Allison Burroughs concedió una orden de restricción temporal que frena la maniobra mientras se ventila el caso.

El fallo alivia a los más de 6 800 alumnos con visado F-1 equivalentes al 27 % de la matrícula total que habrían tenido que abandonar el país o trasladarse a otras escuelas si la decisión seguía en pie. Harvard advirtió que la medida “desbarataría incontables programas académicos y laboratorios” justo antes de la graduación de este año.

En su querella, la universidad acusa a la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, de exigir “control ideológico” sobre el currículo y de justificar el castigo en presuntos brotes de antisemitismo en el campus. La Casa Blanca, por su parte, reclama expedientes completos, grabaciones de protestas y hasta videos de manifestaciones como condición para restituir la certificación, un requerimiento que Harvard califica de “arbitrario” y contrario a la autonomía académica.

No es la primera colisión entre ambos actores. Hace apenas un mes, el Ejecutivo republicano congeló unos 2 600 millones de dólares en fondos federales destinados a la institución bajo argumentos similares, mientras un grupo de trabajo federal amenaza con más recortes si Harvard no “combate el antisemitismo” con la firmeza que exige Washington.

Para los estudiantes internacionales el pulso reviste un alcance vital. Basta mirar al Caribe: en la Escuela Kennedy tan solo un estudiante dominicano figura oficialmente inscrito este año, pero su presencia y la de decenas de caribeños en otras facultades depende de la continuidad del programa de visados.

Más allá de Cambridge, el caso reabre el debate sobre la discreción del Ejecutivo para interferir en asuntos universitarios. En 2020, durante la pandemia, la Administración intentó deportar a quienes cursaban clases en línea, pero tuvo que recular tras otra demanda de Harvard y el MIT. Cuatro años después, la historia se repite bajo un prisma ideológico: protestas propalestinas, acusaciones de simpatías con Pekín y la presión política sobre los campus ponen a prueba, otra vez, los límites entre seguridad nacional y libertad académica.

Por ahora la pelota queda en la cancha judicial la jueza Burroughs fijó audiencias para el 27 y 29 de mayo; si mantiene el bloqueo, la Administración podría apelar, alargando una batalla legal que se perfila clave para el futuro de la educación superior en EE. UU. y para miles de talentos extranjeros que, como dice Harvard, “son parte esencial de lo que hace única a la universidad”.

Lo Más Reciente

MÁS NOTICIAS