Hutíes amenazan barcos de EE. UU. si hay ataque conjunto a Irán

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Los rebeldes hutíes del Yemen volvieron a encender las alarmas regionales este sábado, 21 de junio de 2025, al advertir que apuntarán contra buques y navíos de guerra de Estados Unidos en el mar Rojo si Washington respalda una ofensiva israelí sobre territorio iraní. El vocero militar Yahya Sarea aseguró que “cualquier agresión estadounidense” que se sume a Israel “no quedará sin respuesta”.

Según la agencia EFE, Sarea acusa a Israel de buscar “control total” del Medio Oriente con aval abierto de la Casa Blanca, y retrata a Teherán como el principal obstáculo para ese plan. El portavoz agitó un discurso de resistencia: si los estadounidenses cruzan la línea, la milicia atacará todo barco con bandera norteamericana que navegue por el corredor Bab el-Mandeb.

El cese al fuego que pende de un hilo

La amenaza llega apenas mes y medio después de que Mascate negociara un cese al fuego limitado entre Washington y los hutíes, suspendiendo la campaña de bombardeos que EE. UU. y el Reino Unido lanzaron a principios de año. El acuerdo, anunciado el 6 de mayo, establecía que ni los drones hutíes ni los misiles estadounidenses volverían a cruzarse siempre y cuando el conflicto no se extendiera hacia Irán.

El problema es que el polvorín se reactivó tras los recientes ataques israelíes sobre instalaciones nucleares iraníes, la posibilidad de una represalia directa de Teherán y de que Washington salga en auxilio de su aliado coloca el pacto en terreno movedizo.

¿Amenaza seria o maniobra política?

Analistas citados por Reuters señalan que los hutíes han sufrido golpes severos desde marzo, cuando la Operación “Rough Rider” bombardeó arsenales y radares en Saná, Saada y Hodeida. Aun así, la milicia mantiene misiles antibuque de fabricación iraní capaces de cerrar el paso a un 15 % del comercio marítimo mundial.

En paralelo, el llamado “Eje de la Resistencia” Hezbolá en Líbano, las facciones iraquíes y los propios hutíes atraviesa fracturas internas. Reportes de think tanks estadounidenses describen a estos grupos más preocupados por su supervivencia que por librar una guerra abierta contra Israel.

El factor Trump y el efecto dominó

La administración de Donald Trump, que regresó al poder en enero, vendió la tregua de mayo como una “capitulación” hutí. Sin embargo, funcionarios del Pentágono admiten que la campaña aérea no consiguió neutralizar las baterías de misiles tierra-mar, ni proteger por completo a los mercantes que atravesaban el mar Rojo.

Si Washington opta ahora por sumarse a un ataque contra Irán, no solo reavivaría el frente yemení, sino que correría el riesgo de un choque naval de alta intensidad:

  • Rutas comerciales – Bab el-Mandeb conecta el canal de Suez con Asia; cualquier cierre dispararía los fletes y pondría en jaque cadenas de suministro ya tensionadas.

  • Mercado energético – un 12 % del petróleo que cruza a Europa pasa por esa ruta; los futuros del Brent reaccionan con cada amenaza.

  • Seguridad regional – Arabia Saudí y Emiratos temen que un repunte de drones hutíes vuelva a golpear refinerías e infraestructuras críticas.

¿Qué puede pasar ahora?

  1. Oman intentará salvar la tregua. Mascate ha fungido de “bombero diplomático” desde 2015 y no quiere que la guerra regrese a su patio trasero.

  2. Estados Unidos tendrá que decidir si castiga a Irán por las últimas escaramuzas israelíes o preserva la frágil paz en el mar Rojo.

  3. Los hutíes medirán fuerzas: si perciben que Washington vacila, podrían limitarse a retórica; si ven movimientos de portaaviones, no descartan disparar de nuevo.

En el Caribe, donde la República Dominicana depende del comercio marítimo global para insumos y combustibles, un cierre prolongado del mar Rojo impactaría precios y tiempos de entrega. Por ahora, el mensaje de Saná es claro cualquier bombardeo sobre Irán tendrá repercusiones inmediatas en la ruta que une Asia y Europa. La pelota está en la cancha de la Casa Blanca.

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