La Liga Nacional de Béisbol Profesional (LNBP) dio el palo que anhelaba su temporada de verano tendrá juegos oficiales en el Estadio Cibao, la casa emblemática de las Águilas Cibaeñas, en Santiago de los Caballeros. El acuerdo eleva el perfil del circuito veraniego y abre la puerta a un público que vive el béisbol con la misma pasión que en pleno Round Robin.
Según CDN, el presidente de la LNBP, Alfredo Peña Melo, agradeció públicamente a la directiva aguilucha encabezada por Víctor García Sued por facilitar el “Valle de la Muerte”. Para Peña Melo, este paso “impulsa la industria del béisbol” y sirve de antesala para llevar la liga a todos los parques de LIDOM.
El Estadio Cibao no es cualquier escenario con capacidad para 18 077 fanáticos, es el parque de pelota más grande y ruidoso del país, célebre por su atmósfera y su historia de 22 coronas invernales de las Águilas. Albergar choques veraniegos allí representa una validación deportiva y comercial que pocas plazas pueden ofrecer.
Detrás del convenio estuvo Ruperto Ruck, presidente de los Rieleros de Santiagofranquicia que disputará la tercera edición de la LNBP. La sinergia no es casual varios coaches de los Rieleros también forman parte del staff aguilucho en invierno, lo que garantiza continuidad táctica y desarrollo de talento durante todo el año.
La apuesta llega en buen momento. La LNBP, que arranca el 26 de abril con seis equipos y transmisiones nacionales, busca consolidarse como “la liga de las oportunidades” para peloteros que necesitan vitrinas antes de la pelota invernal. Franklin Mirabal, nuevo aliado mediático, ha prometido convertir cada jornada en un espectáculo televisivo de factura profesional.
En el plano deportivo, los Rieleros armaron una escuadra de respeto: lanzadores como el zurdo Anderson Vargas y bateadores de poder como Jordi Ramos encabezan un roster pensado para competir desde el primer pitcheo. Con ese material y el calor del público cibaeño, la expectativa es que el Estadio Cibao registre buenas taquillas incluso fuera de la tradicional temporada de octubre a enero.
Más allá de la pizarra, el movimiento impacta la economía local. Hoteles, colmados y transporte público se preparan para un flujo adicional de fanáticos en pleno verano, mientras empresarios de la región celebran la extensión del calendario beisbolero. Así, las Águilas no solo ceden su terreno; también hacen causa común con la expansión del pasatiempo nacional.
Peña Melo ya dejó caer la próxima meta colocar juegos de la LNBP en los parques del Este y el Sur. Si el experimento en Santiago llena las graderías, la liga podría asegurar un tour completo por los estadios de LIDOM para 2026, consolidando un calendario de béisbol profesional de doce meses en la República Dominicana.
Por ahora, el grito de “¡play ball!” en la Avenida Las Carreras servirá de termómetro. Y si algo ha demostrado la fanaticada aguilucha es que, cuando suena la conga, el Estadio Cibao retumba como ningún otro.
