El baloncesto femenino dominicano vuelve a la duela con la novena edición de la Liga Nacional de Baloncesto Femenino (LNBF), que sube el telón este lunes 12 de mayo, a las 5:00 p. m., en el polideportivo del club San Carlos, Distrito Nacional. Seis equipos, dos grupos y un calendario comprimido prometen acción pareja y un ambiente caldeado por la rivalidad regional.
Según reseña RLE, el ministro de Deportes, Kelvin Cruz, garantizó “todo el apoyo necesario” para que el torneo se consolide y se replique en otras provincias, subrayando que el respaldo oficial se mantendrá “mientras estemos al frente del ministerio”. Su compromiso llega en buen momento la LNBF es hoy la vitrina principal para las jugadoras locales y un eje clave del plan gubernamental de masificación del deporte femenino.
La temporada 2025 se disputará por la Copa BanReservas Don Máximo Bernard y estará dedicada a la vicepresidenta Raquel Peña. El Grupo A lo integran las actuales campeonas Reynas del Este (Hato Mayor), Calero de Villa Duarte y las Leñeras de Los Mina; en el Grupo B chocarán Murallas de San Lázaro, Olímpicas de La Vega e Hidalgas de Santiago. Cada quinteto jugará diez partidos de fase regular antes de las semifinales al mejor de tres y una final al mejor de cinco.
Cruz no fue el único en tomar el micrófono. Rafael Uribe, presidente de Fedombal, calificó la competición como “pieza clave de la Nueva Era del Baloncesto Femenino”, mientras que el inmortal del deporte Fernando Teruel, titular de la LNBF, destacó la “paridad competitiva” alcanzada tras casi una década de trabajo formativo.
Reynas del Este llegan con la corona bien puesta
El equipo de Hato Mayor defenderá el campeonato logrado en 2024, cuando se impuso en la final con un juego físico y transiciones fulminantes. Fue su segundo título en la historia de la liga y el primero tras la pausa pandémica, una conquista que elevó la vara para las demás franquicias.
Ese crecimiento se refleja también en la base los campamentos regionales y la reciente inclusión de jugadoras Sub-17 en cada plantilla abren otra ventana de desarrollo. En 2024 la asistencia a los partidos se duplicó respecto a 2022, y las transmisiones vía streaming alcanzaron audiencias que rondan las 40 000 reproducciones por jornada, según datos internos de la LNBF.
Más allá de la duela impacto social y económico
El apoyo oficial no solo cubre transporte y viáticos; incluye becas académicas, seguros médicos y programas de visibilidad en medios públicos y privados. Ese modelo de “triple hélice” Estado, empresa y comunidad está alineado con los criterios de FIBA para las ligas emergentes y aporta un estímulo extra al ecosistema deportivo local.
La LNBF también dinamiza economías provinciales: hoteles, colmados y transporte reportaron en 2024 un incremento de 15 % en ventas los días de partido, según la Cámara Dominicana de Comercio y Producción de Santo Domingo. A mediano plazo, los organizadores prevén expandir la liga a ocho equipos y exportar talento a circuitos de Puerto Rico y México, aspiraciones que requieren manter el financiamiento y la gobernanza transparente.
Lo que viene
La temporada regular se jugará en apenas seis semanas, un calendario diseñado para mantener el interés del público y evitar choques con el calendario FIBA. El choque inaugural enfrentará a Murallas de San Lázaro y Olímpicas de La Vega, un clásico moderno que suele definirse por la batalla en la pintura.
Con las gradas del San Carlos listas, la LNBF 2025 promete espectáculo, visibilidad y, sobre todo, una nueva plataforma para que el talento femenino dominicano siga rompiendo el techo de cristal. El balón se alza el lunes; el resto dependerá de la puntería, la defensa y de cuánto pese el impulso ministerial en la carrera hacia la Copa BanReservas Don Máximo Bernard.