El Negrito del Swing se tiró una maroma sabrosa tomar diez joyas del catálogo de Wilfrido Vargas y pasarlas por el colador de su propio merenhouse. El álbum, lanzado el 29 de mayo bajo Cima Música/La Oreja, abre con “Abusadora” y cierra con una versión hip-hop de “El Baile del Perrito”, en total 25 minutos que mezclan loops urbanos, vientos salseros y scratches noventeros que recuerdan sus días en Proyecto Uno.
Aunque la idea nació durante la gira “Superhéroe” (2024), la producción se terminó de fraguar este año entre Miami, Medellín y la Zona Colonial, con colaboraciones de la trombonista cubana Dunia Abreu y el beatmaker dominicano BP Lab. Juan explica que quiso “traducir el swing de Wilfrido para la Gen-Z sin faltarle el respeto al merengue clásico”.
La crítica local lo aplaudió por evitar el refrito fácil Diario Libre lo describió como “una lección de cómo samplear sin diluir la raíz” y lo nominó a Disco de la Semana. Para celebrarlo, el rapero montará un show con banda completa el 27 de junio en La Gloria Rooftop; las boletas arrancan en RD$ 2,000 y ya van por la mitad del aforo, según los promotores.
El lanzamiento también reavivó el debate sobre la vigencia del merenhouse frente al dembow. Juan, con tono punzante, dijo en rueda de prensa “Si vas a perrear, por lo menos perrea con armonía y metales de verdad”. El comentario encendió las redes, pero también subrayó su tesis: el merengue puede reinventarse sin perder el tumbao.
