El Senado de Estados Unidos amaneció hoy todavía inmerso en una sesión que ya rompió récords 45 votaciones seguidas el “vote a rama” más largo que se recuerde para destrabar el llamado One Big Beautiful Bill, la propuesta estrella del presidente Donald Trump. La Cámara Alta corre contra el reloj para que la ley llegue a la Casa Blanca antes del 4 de julio, Día de la Independencia.
Según la agencia EFE, el mandatario se mostró confiado y calificó la iniciativa como “el mayor recorte fiscal de la historia”, mientras partía rumbo a Florida para visitar el controvertido centro de detención de migrantes apodado Alligator Alcatraz.
La cifra de 45 votos consecutivos superó la marca previa de 44 establecida en 2008, confirmaron los archivos del Senado y la cobertura minuto a minuto de varios medios locales.
Aun con el respaldo republicano, la aritmética es ajustada. Tres deserciones bastarían para hundir el texto y todo apunta a que el vicepresidente JD Vance podría verse obligado a desempatar llegado el momento, como ya ocurrió en un voto de procedimiento el fin de semana.
El costo real inquieta incluso a senadores conservadores: la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) calcula que el plan añadirá US$ 3,3 billones a la deuda en la próxima década, muy por encima de la versión aprobada por la Cámara de Representantes en mayo.
Mientras el ala dura rechaza el aumento del déficit, republicanos moderados temen el impacto de los recortes a Medicaid y SNAP en sus estados. La oposición demócrata, por su parte, denuncia que la ley “regala exenciones al 1 % y golpea a los más vulnerables”.
Uno de los puntos más polémicos una cláusula que blindaba de regulación estatal el desarrollo de la Inteligencia Artificial ya fue eliminado por un abrumador 99-1, anticipo de las negociaciones frenéticas que siguen en curso.
Si el texto sobrevive al Senado regresará a la Cámara Baja, donde los republicanos disponen de una mayoría mínima y menos de 72 horas para armonizar diferencias. El liderazgo confía en aprobarlo “a la carrera” y entregar la victoria política a Trump justo en la víspera del feriado patrio.
Detrás del espectáculo parlamentario late una apuesta mayor: la Casa Blanca sostiene que los recortes fiscales acelerarán el crecimiento, pese a que la CBO prevé un salto del déficit y 11,8 millones de personas sin cobertura médica. Analistas advierten que la factura podría llegar en las legislativas de 2026 si la economía no responde como promete el presidente.
Sea cual sea el desenlace, el “gran y hermoso proyecto de ley” ya trastocó las reglas del juego al imponer la sesión de votación continua más extensa que se recuerde. Y, de paso, confirmó que la polarización fiscal sigue siendo el mejor combustible para una maratón legislativa en Washington.