Tras el largo fin de semana de reflexión y playa, el Ministerio de Educación (Minerd) recordó a toda la comunidad educativa estudiantes, profes, personal de apoyo y familias que la docencia se reanuda este lunes 21 de abril. La convocatoria abarca los más de 2.7 millones de alumnos matriculados en centros públicos y privados, desde Nivel Inicial hasta Secundaria.
Según Listín Diario, la institución reiteró que “el calendario escolar no se detiene” y que el asueto de Semana Santa estaba contemplado desde julio pasado por el Consejo Nacional de Educación. Esa pausa termina hoy; por tanto, el Minerd espera aulas llenas a primera hora de la mañana.
Una responsabilidad de dos bandas
La cartera educativa insistió en que la puntualidad tras los recesos cortos es vital para evitar rezagos, sobre todo en Matemática y Lectura, las dos áreas donde República Dominicana mantiene los mayores retos en las evaluaciones regionales. “El aprendizaje no es solo asunto de la escuela; en casa también se acompaña”, recordó el director de Participación Comunitaria, Carlos Amarante (vocero habitual en estos temas).
El llamado de atención no es gratuito. Reportes internos del Minerd muestran que, después de cada feriado largo, la asistencia suele caer hasta 7 % durante la primera semana un bajón que impacta las horas efectivas de clase y, por ende, las metas de cobertura curricular.
Los números que preocupan
Datos del Perfil SDG 4 de la UNESCO indican que la tasa ajustada de matrícula un año antes de la entrada oficial a Primaria se situó en 84.4 % en 2023, cuatro puntos menos que en 2019, antes de la pandemia. Aunque el nivel Primario recuperó casi todo su universo de alumnos, niveles superiores siguen arrastrando brechas especialmente en zonas rurales donde la falta de transporte escolar es un obstáculo constante.
Además, un informe conjunto Minerd‑UNICEF publicado en enero pasado señala que uno de cada diez adolescentes de primer ciclo de Secundaria faltó al menos diez días lectivos consecutivos en 2024 (ausentismo considerado “crítico”). Las causas van desde tareas agrícolas familiares hasta migración temporal por empleo informal.
Lo que viene hasta junio
El calendario oficial marca el 20 de junio como fin del año lectivo 2024‑2025 y deja apenas ocho semanas netas de clase. Dentro de ese periodo se concentran:
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Pruebas diagnósticas de 3.º y 6.º de Primaria (13‑16 mayo)
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Simulacros de Pruebas Nacionales de 4.º de Secundaria (última semana de mayo)
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Proyecto “Verano Científico” para estudiantes con 90 % o más de asistencia, cuya fase piloto arranca el 3 de junio en 50 liceos técnicos
Para lograr cobertura total de contenidos, los distritos educativos tienen luz verde para programar refuerzos vespertinos voluntarios y tutorías sabatinas sin alterar la carga laboral del docente, subraya la circular 06‑2025 del viceministerio de Servicios Técnicos y Pedagógicos.
Un recordatorio a las familias
La psicopedagoga Rita Peña advierte que cada jornada perdida se traduce en al menos 45 minutos menos de contacto con el currículo una vez se cuenta el tiempo de repaso que el maestro debe invertir para emparejar al grupo. “Cuando el niño llega tarde al retorno, no sólo pierde materia nueva; arrastra a los demás porque el profesor se ve obligado a retroceder”, explica. Por eso, la especialista recomienda retomar rutinas de sueño desde el domingo en la noche y minimizar el uso de pantallas antes de dormir para evitar la “modorra del lunes”.
Mirada larga recuperar aprendizaje y asistencia
Con menos de cinco años para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el Minerd sabe que la asistencia es el punto de partida para cualquier estrategia de calidad. Los recursos asignados al Programa “Jornada Escolar Extendida” (alimentación y actividades extracurriculares) se mantendrán durante mayo‑junio para incentivar la permanencia. Y, de cara al próximo curso, el ministerio prepara un plan piloto de transporte escolar estatal en provincias con mayor dispersión poblacional Hermanas Mirabal, Elías Piña y Dajabón.
Las autoridades están convencidas: si cada familia pone de su parte y envía a sus hijos a clase desde hoy, los docentes podrán cerrar contenidos sin apuros y los alumnos llegarán mejor preparados a las evaluaciones finales. Después de todo, como dice el refrán dominicano, “libreta vacía no aprueba examen”.