El Gobierno uruguayo amaneció este 14 de mayo en modo luto tres días de duelo oficial, banderas a media asta y una agenda solemne para despedir a José “Pepe” Mujica, expresidente de la República, fallecido ayer a los 89 años en Montevideo.
Según la agencia EFE, el decreto firmado por el actual mandatario, Yamandú Orsi, instruye a todas las dependencias públicas incluidas embajadas, cuarteles y buques de la Armada a izar la enseña nacional a media asta hasta el 16 de mayo. El texto, además, concede a los restos de Mujica los honores fúnebres reservados a los jefes de Estado.
El cortejo saldrá hoy a las 10:00 a. m. desde la Torre Ejecutiva, recorrerá la céntrica 18 de Julio y pasará por las históricas sedes tupamaras antes de llegar al Palacio Legislativo. Allí, el Salón de los Pasos Perdidos abrirá sus puertas al público a las 3:00 p. m. para un velorio que podría extenderse 24 o 36 horas. La cremación posterior será estrictamente privada.
Una enfermedad anunciada
Mujica afrontaba desde abril de 2024 un cáncer de esófago que, según reveló él mismo en enero de este año, se había extendido al hígado. Aun así, mantuvo una agenda austera entre su chacra y la militancia, recordando constantemente que “la vida vale más que cualquier cuenta bancaria” .
Reacciones que cruzan fronteras
Las condolencias llegaron a raudales desde la madrugada. Evo Morales habló de “un ejemplo de honestidad para la Patria Grande”, mientras Claudia Sheinbaum lo definió como “referente de sabiduría y sencillez”. Para Gabriel Boric, Mujica deja “una esperanza incombustible de que es posible hacer las cosas mejor” . Incluso Pedro Sánchez, desde Madrid, subrayó que su política “se vivió desde el corazón”, según reseñó El País .
¿Por qué la gente lo quería tanto?
Mujica gobernó de 2010 a 2015 impulsando reformas que hoy se estudian en facultades de ciencia política legalizó el matrimonio igualitario, la interrupción voluntaria del embarazo y el cultivo regulado de cannabis. Pero su fama global no vino solo de las leyes, sino de su estilo de vida donaba hasta el 90 % de su salario y seguía manejando su viejo Volkswagen Beetle azul. Ese contraste entre poder y austeridad lo convirtió en el “presidente más pobre del mundo” y en un referente moral para una izquierda que a veces olvida la coherencia .
Impacto regional y legado político
Para la izquierda latinoamericana, su partida abre un vacío simbólico difícil de llenar. Líderes como Lula da Silva remarcaron que la humanidad de Mujica “trascendió su periodo presidencial y sus fronteras” . Al otro extremo ideológico, gobiernos conservadores optaron por el silencio, reconociendo tácitamente su peso moral. Analistas de la BBC recuerdan que su discurso ante la ONU en 2013 centrado en la sobriedad y la sustentabilidad sigue circulando como material de estudio .
La despedida de un ícono
En Uruguay, la gente ya hace fila para ingresar al Parlamento y dejar flores, cartas o un simple “gracias” en el libro de condolencias. La imagen del viejo guerrillero convertido en estadista siempre con mate en mano y verbo punzante queda ahora como patrimonio cultural del Río de la Plata y, por extensión, de toda América Latina. Más que un funeral de Estado, el país vive un acto de gratitud colectiva hacia quien demostró que la política puede ser tan sencilla como vivir acorde a lo que se predica.