La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó hoy su Informe sobre Determinantes Sociales de la Salud 2025, en el que revela que la diferencia entre los países con mayor y menor esperanza de vida se mantiene en 33 años. Aunque desde 2008 la brecha se ha reducido nueve años, los expertos consideran que el ritmo es muy lento y que el objetivo de reducirla a 8,2 años para 2040 ya luce inalcanzable. El informe subraya que un niño nacido hoy en un país pobre tiene 13 veces más probabilidades de morir antes de cumplir cinco años que uno nacido en una nación rica.
El documento relaciona la desigualdad sanitaria con factores estructurales como el acceso a educación, vivienda digna, ingresos estables y protección social. La OMS constata que la mortalidad materna disminuyó 40 % entre 2000 y 2023, pero el progreso se estancó tras la pandemia de COVID-19. Para revertir la situación reclama a los gobiernos invertir en servicios públicos básicos, regular prácticas comerciales que perjudican la salud (tabaco, alcohol, comida ultraprocesada) y “alinear urgentemente” las políticas climáticas con las sanitarias.
