Paapa Essiedu aún no ha vestido la túnica negra de profesor, y ya su elección como Severus Snape en el ‘reboot’ televisivo de Harry Potter provocó el primer terremoto de la saga: el actor ghanés-británico lidera una misiva que exige respaldo real a las personas trans en la industria audiovisual del Reino Unido.
Según Infobae, Essiedu firmó una carta abierta respaldada por más de 400 profesionales del cine y la TV que pide a instituciones como la BBC, Bafta y BFI pronunciarse contra la reciente sentencia del Tribunal Supremo que redefine el término “mujer” exclusivamente como sexo biológico.
La carta, donde también figuran Bella Ramsey y Eddie Redmayne, advierte que el fallo “pone en riesgo la seguridad y la dignidad de la comunidad trans, no binaria e intersexual”. Para los firmantes, el entretenimiento “tiene el poder de cambiar mentalidades” y ahora es el momento de ponerse “del lado correcto de la historia”.
El origen de la polémica está en la resolución del 17 de abril de la Corte Suprema británica, que avaló la interpretación de For Women Scotland en la Equality Act 2010 la palabra “mujer” se refiere únicamente a mujeres biológicas. Organizaciones LGBTI+ tacharon el dictamen de regresivo; el Gobierno escocés lo celebró como “clarificador”.
Quien aplaudió con un puro en la mano fue J.K. Rowling. La autora, convertida en productora ejecutiva del nuevo proyecto de HBO, colgó una foto en redes junto al mensaje “I love it when a plan comes together”, frase que muchos fans leyeron como provocación. Medios británicos revelan que Rowling aportó más de 75 000 USD a For Women Scotland para financiar la batalla legal.
Ese cruce entre la creadora y su nuevo Snape ha encendido redes. Algunos seguidores se quejan de “hipocresía”trabajar con Rowling mientras se la critica y otros denuncian ataques racistas contra Essiedu. El cambio de etnia de Snape reabre viejas heridas James Potter solía acosar a Severus en Hogwarts; con un Snape negro, el ‘bullying’ escolar adquiere inevitable matiz racial.
No es la primera vez que Essiedu se moja. Quien fuera nominado al Emmy por I May Destroy You (2021)ha usado su visibilidad para denunciar desigualdades de clase y raza en el teatro londinense. Su nuevo paso al frente, sin embargo, lo coloca frente a la voz más poderosa del universo mágico.
¿Qué está en juego?
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Legitimidad creativa. HBO defiende la libertad de Rowling para expresar sus ideas, pero sabe que una parte de la audiencia ahora medirá la serie por su coherencia inclusiva.
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Seguridad laboral. Actores trans y no binarios temen que la sentencia limite oportunidades de casting y protecciones en el set.
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Discurso público. El choque Snape-Rowling resume la pugna entre feminismo ‘gender-critical’ y activismo trans: un debate que trasciende el entretenimiento y se cuela en la política británica.
Mirando pa’lante
La producción apenas comienza y ya hay presión para que el guion aborde o al menos no perpetúe estereotipos dañinos. Si HBO quiere esquivar un boicot, tendrá que garantizar mesas de trabajo diversas y consultoría de sensibilidad cultural. Y si Essiedu logra transmitir en pantalla la complejidad moral de Snape sin quedar reducido a símbolo de “inclusión token”, habrá dado un paso firme hacia la transformación del canon.
La varita, en última instancia, la tiene la audiencia apoyar contenidos que ensanchan la empatía o persistir en el viejo hechizo de una sola mirada.