En una Plaza de San Pedro repleta bajo el sol de junio, el papa León XIV animó este miércoles a los fieles a “gritar” por aquello que anhelan, incluso cuando el entorno los menosprecie o intente silenciarlos. Durante su catequesis, el pontífice retomó la parábola de Bartimeo el mendigo que recupera la vista a fuerza de insistencia para recordar que la fe no es pasiva: “Si lo deseas de verdad, ¡sigue gritando!”, clamó ante miles de peregrinos.
Según la agencia EFE, el mensaje formó parte de la serie de catequesis que León XIV dedica al Año Jubilar 2025. El Papa advirtió que muchas veces “nuestras aparentes seguridades” se convierten en lastre y nos impiden avanzar, un guiño directo a las tentaciones de comodidad que aquejan tanto a la Iglesia como a la sociedad contemporánea.
La reflexión se inscribe en el ciclo “Jesucristo, nuestra esperanza”, donde cada miércoles el pontífice desmenuza un pasaje evangélico. En esta ocasión subrayó que la curación de Bartimeo revela la lógica de Dios primero escucha el clamor, después responde, y finalmente envía «Tu fe te ha salvado» para que el curado camine libre y comprometido.
Más allá de la escena bíblica, el Papa primer estadounidense y primer agustino en la historia del pontificado vuelve a insistir en la idea de una Iglesia “en salida” que asume riesgos. Su biografía explica parte de esa insistencia formado en Chicago y curtido como misionero en Perú, Roberto Prevost (su nombre civil) cimentó su fama de pastor cercano y combativo mucho antes de llegar al solio de Pedro.
La catequesis también conecta con la preocupación social que León XIV ha mostrado desde su elección en mayo pasado el miedo al fracaso y la parálisis que genera. Citando el texto completo difundido por el Vaticano, el Papa advirtió que “a veces preferimos quedarnos quietos para no asumir responsabilidades”, un reclamo que suena especialmente fuerte en un contexto global de desigualdad y fatiga psicológica tras años de crisis encadenadas.
En clave dominicana ¡mi gente sabe de eso! el mensaje se traduce en salir del letargo, alzar la voz y dar el primer paso, aun cuando el barrio critique o el jefe desconozca el esfuerzo. De poco vale quejarse si uno mismo no se mueve; la “bulla” interior, diría el Papa, debe convertirse en acción concreta.
El Vaticano ya adelantó que la próxima audiencia profundizará en otra parábola de sanación, siempre con la vista puesta en el Jubileo 2025 y su lema de esperanza. Mientras tanto, León XIV deja un recordatorio claro la fe auténtica no se sopesa en likes ni aplausos, sino en la capacidad de persistir a gritos si hace falta hasta alcanzar lo que el corazón sabe que vale la pena.