Papa León XIV recibe a Al Pacino en el Vaticano cine y fe bajo el mismo techo

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Roma amaneció con aires de alfombra roja pero sin cámaras de paparazzi cuando el pontífice recién electo, León XIV, abrió las puertas del Palacio Apostólico para recibir al legendario Al Pacino, de 85 años, y a parte del elenco de Maserati The Brothers. El encuentro, celebrado a primera hora de la mañana, mezcló elegancia italiana y mística vaticana en una charla donde se colaron temas de familia, compasión y bien común.

Según la agencia EFE, Pacino confesó que aquella audiencia fue “uno de los momentos más profundos y conmovedores” de su carrera. El productor Andrea Iervolino cerebro detrás de la cinta obsequió al Papa con una réplica de un Maserati clásico, símbolo de la hermandad sobre la que gira el filme y de la artesanía automotriz que enamora a media Italia.

De Hollywood a la Santa Sede, con escala en Módena

Maserati The Brothers narra la aventura de los hermanos Maserati desde el taller de Bolonia en 1914 hasta erigirse en icono del lujo sobre ruedas. El reparto, dirigido por el oscarizado Bobby Moresco, combina peso pesado (Anthony Hopkins, Andy García) con figuras emergentes, mientras Pacino encarna a Vincenzo Vaccaro, el empresario que apostó por aquel sueño a motor.

No es casual el regalo al Papa la marca del tridente nació hace 111 años y hoy sigue operando desde Módena, capital mundial de la velocidad, ahora bajo el paraguas de Stellantis. La maqueta en miniatura selló un guiño histórico entre la velocidad terrenal y la paciencia celestial.

Un Papa estadounidense que tiende puentes

León XIV, primer pontífice estadounidense y elegido el 8 de mayo tras el fallecimiento de Francisco el 21 de abril, ha dejado claro que quiere dialogar con el mundo de la cultura sin complejos. La cita con Pacino, la primera con una estrella de Hollywood en su aún breve pontificado, subraya esa estrategia de “soft power” vaticano abrir la Curia a nuevos interlocutores y mostrar una Iglesia que conversa con la industria cultural global.

Aunque el Vaticano ha recibido a celebridades antes Francisco conversó con figuras como Angelina Jolie y Richard Gere, la reunión de hoy marca un precedente en la era León XIV. Para el actor, acostumbrado a interpretar mafiosos y magnates, el gesto papal fue un recordatorio de que la narrativa del cine también puede servir a valores universales sin renunciar al espectáculo.

Más que promoción de película

La audiencia no fue mera estrategia publicitaria. Fuentes cercanas a la Santa Sede apuntan a posibles colaboraciones benéficas entre la Fundación Pontificia para las Artes y la productora de Iervolino, con proyectos educativos que mezclen historia, arte y sostenibilidad. La propia película centrada en la resiliencia familiar encaja con la agenda social del Papa, empeñado en subrayar la importancia de los lazos comunitarios frente al individualismo feroz que domina la industria del entretenimiento.

Con un simple apretón de manos y un modelo de Maserati sobre la mesa, León XIV y Pacino demostraron que la cultura popular y la tradición religiosa pueden compartir carril uno donde la velocidad de la modernidad coexiste, sin choques, con el viaje pausado de la fe. Todo indica que, cuando la cinta llegue a cines el próximo año, el rugido del motor traerá eco vaticano.

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