Papa León XIV retoma su martes libre con los agustinos en Roma

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Los primeros días del pontificado de León XIV revelan que, pese a la intensidad mediática, el nuevo Papa sigue aferrado a gestos sencillos que marcaron su camino sacerdotal. El martes tradicional descanso semanal de los Pontífices volvió a su antiguo hogar espiritual, la comunidad agustina de la Via Paolo VI, para concelebrar la misa del mediodía y compartir el almuerzo con los frailes. Según la agencia EFE, el encuentro transcurrió con la misma camaradería que el entonces cardenal Robert Prevost cultivó durante años como prior general de la Orden de San Agustín.

El regreso a “casa” ocurre apenas una semana después de su elección, cuando 133 cardenales el cónclave más numeroso hasta la fecha lo convirtieron en el primer estadounidense en la Sede de Pedro. Ese detalle, subrayado por la revista People al perfilar su trayectoria misionera en Perú y Norteamérica, apunta a una Iglesia cada vez más global y menos eurocéntrica.

Para los agustinos, la visita va más allá de la cortesía: refuerza la íntima conexión de León XIV con la espiritualidad de san Agustín, centrada en la vida comunitaria y la búsqueda interior de la verdad. Voces dentro de la orden admiten que verlo almorzar en el refectorio “como uno más” recuerda sus trece años al timón de la curia agustiniana (2001-2013) y su paso posterior por la diócesis peruana de Chiclayo.

De la Fiat al furgón

El detalle logístico no pasó desapercibido: esta vez no se subió al pequeño Fiat blanco que simbolizó la austeridad de Francisco, sino a un furgón negro de mayor tamaño. El contraste alimenta la conversación sobre el estilo que adoptará el nuevo Papa. Para algunos observadores, el cambio obedece simplemente a protocolos de seguridad reforzados; para otros, podría anticipar una postura de “austeridad pragmática” más que de gestos icónicos.

¿Santa Marta o Palacio Apostólico?

Por ahora, León XIV duerme en el Palacio del Santo Oficio, el mismo edificio donde trabajaba como prefecto del Dicasterio para los Obispos. La prensa vaticana especula si optará por quedarse en la Casa Santa Marta como hizo Francisco o si devolverá al Palacio Apostólico su rol residencial. Más allá de la dirección postal, la decisión enviará una señal potente sobre la futura relación del Papa con la curia y con la ciudad de Roma.

Mantener ese almuerzo agustino en la agenda del “día libre” puede parecer una anécdota, pero respalda la intuición de que León XIV preferirá reformas concretas antes que grandes declaraciones retóricas. Ya como prefecto, defendió que la elección de obispos debía priorizar la cercanía pastoral sobre el carrerismo eclesial. No pocos vaticanistas creen que esa misma lógica impulsará ahora la tan postergada reorganización de los dicasterios, la transparencia económica y la descentralización de nombramientos.

Mirada al continente americano

Con casi el 40 % de los católicos viviendo en Latinoamérica, la elección de un Papa formado entre Chicago y Perú reconfigura el tablero geoestratégico de la Iglesia. Voceros del episcopado latinoamericano ven en él un puente natural entre Norte y Sur: conoce la realidad migratoria, habla español fluidamente y no teme tocar temas sociales espinosos desde la minería ilegal en la Amazonía hasta la violencia urbana siempre anclado en la Doctrina Social.

Lo que viene

Antes de finalizar mayo, León XIV deberá designar a su nuevo Secretario de Estado y delinear el calendario de sus primeros viajes apostólicos (se rumora Lima y Chicago). Si algo deja claro su martes agustino, es que el Pontífice pretende iniciar esa agenda global sin desprenderse de la fraternidad vivida en comunidad. Al fin y al cabo, como decía san Agustín, “cor unum et anima una” (un solo corazón y una sola alma) es más que un ideal monástico: es un modelo eclesial que el nuevo Papa parece decidido a reavivar.

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